domingo, 26 de septiembre de 2010

¡Ya estamos en Galicia!





¡Hola peregrin@s!
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Ya hemos regresado de nuestro peregrinaje por tierras maragatas, bercianas y lucenses. Finalmente nos hemos desplazado con dos coches de apoyo (anulando previamente los billetes de autobús), de modo que, por un lado, entre el trajín de llevar los coches de un sitio a otro cada día y luego recogerlos y, por otro lado, debido a las pésimas conexiones a internet que nos hemos encontrado cuando hemos tenido alguna opción de intentar conectarnos, nos ha resultado imposible poner algo en el blog.

Gracias por los mensajes de apoyo recibidos. En breve, como en ocasiones anteriores, podréis encontrar los relatos de cada una de las etapas del blog.

Como anticipo deciros que el CS2010 ha sido realmente espectacular en cuanto a los paisajes que hemos visto y a la dureza del recorrido. ¡Vaya sitios más bonitos por donde hemos pasado! Molinaseca, Rabanal, Samos, el valle del río Valcarce, O Cebreiro...
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El niño se ha portado fenomenal. Nos hemos liado en más de una ocasión con el tema de los coches y apenas hemos tenido tiempo para descansar por las tardes como en otros años. Y aunque los pies han acabado bastante "calentitos" casi todos los días, todo esto, desde luego, ha valido la pena.
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El tiempo ha sido, en general, muy agradable para caminar, con temperaturas más o menos suaves y lluvia solamente en la última etapa.
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Hemos acabado encantadísimos con este CS2010, pero ya estamos pensando en el CS2011 y en lo que vendrá después...
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¡Buen Camino!




sábado, 25 de septiembre de 2010

CS2010 — Etapa 6 (Camino de Samos)





¡Hola peregrin@s! Ya estamos de nuevo en Madrid. Una vez más hemos superado la prueba del Camino de este año. Esta tarde de sábado hemos regresado de Galicia y ya solo nos faltan las etapas del año que viene para llegar a Santiago. La etapa de ayer, la última del CS2010, ha sido bastante dura: tres horas de lluvia para empezar, un largo recorrido de 30 km completamente rompepiernas, calor para acabar la etapa... Pero al final lo hemos conseguido, que eso era lo importante. Y qué paisajes más verdes hemos visto, y eso a pesar de la lluvia y niebla de las primeras horas. Bueno, pues así comienza el relato de esta última etapa de un viernes 24 de septiembre...


Empezamos en O Cebreiro... con los ponchos


Poco antes de las nueve de la mañana, tras el desayuno reglamentario en el propio hostal, abandonamos nuestro alojamiento de Piedrafita. Llueve y el día está oscuro... ¡Qué horror! Hoy toca ponerse los ponchos. Laura, que no anda hoy, nos acerca con el coche a O Cebreiro, el lugar donde concluyó la etapa anterior. En esta ocasión el coche de apoyo irá más pendiente de nosotros y está previsto que nos encontremos a lo largo del día varias veces. Además, como hoy hay muchos pueblos intermedios, probablemente Olga se anime a acompañarnos durante algunos kilómetros. A las nueve y media empezamos a andar desde O Cebreiro, y no estamos solos: en estos primeros kilómetros vemos a numerosos peregrinos que andan junto a nosotros.


Alto de San Roque y Liñares

Siguiendo por un camino de tierra que se pierde por en medio del monte, entre pinos, llegamos al pequeño pueblo de Liñares al cabo de una hora. La lluvia arrecia y estamos literalmente empapados, así que nos detenemos en un bar que también hace las veces de tienda de ultramarinos. Nos tomamos unos cafés mientras nos secamos un poco. Aprovechamos para estampar en nuestra credencial un simpático sello con la figura del pelegrín. Un kilómetro más adelante, tras ascender por una pista protegida de abedules, llegamos al Alto de San Roque que está casi cubierto por la niebla.

El Alto de San Roque tiene un monumento al peregrino consistente en una estatua de bronce que representa a un peregrino luchando contra el viento. La niebla existente en el lugar apenas si nos deja ver más allá de unos pocos metros y eso que son las once de la mañana, pero hoy el sol parece que está de vacaciones. Encontramos a unos peregrinos que iban en bici y que son los que nos hicieron la foto que veis más arriba.


Hospital de la Condesa y Alto do Poio


Desde el Alto de San Roque una senda paralela a la carretera nos lleva a la siguiente parada de hoy: el pueblo de Hospital de la Condesa, adonde llegamos a las once y media de la mañana. Aquí nos detenemos en su iglesia para sellar las credenciales y de paso, para no mojarnos tanto. Está claro que las gentes de este pueblo se dedican a la cría del ganado vacuno, porque el suelo está sembrado de ñordas de vaca por todas partes lo que, unido a la lluvia y al barro, dejan el suelo tapizado por una característica alfombra superdeslizante...

Saliendo de Hospital de la Condesa una pequeña senda nos conduce por el monte hasta otra aldea aún más pequeña: Padornelo, con otra iglesia. Y desde aquí, una corta pero durísima rampa nos lleva a la cima del Alto do Poio, la última dificultad montañosa del Camino por este año. En este Alto, también dominado por la niebla (apenas se veía la cruz que lo preside), hay un par de bares y en uno de ellos nos tomamos un pequeño refrigerio. Aquí contactamos telefónicamente con el coche de apoyo quedando en encontrarnos con nuestras peregrinas y con el peque en el pueblo siguiente.


Reagrupamiento de peregrinos y bocatas en Fonfría


Poco a poco parece que el día quiere abrir. Prácticamente, ya ha dejado de llover. En el pueblo siguiente, Fonfría, nuestras acompañantes del coche de apoyo ya nos esperan en el albergue de peregrinos. Descendiendo por la senda anterior, llegamos al albergue de Fonfría a la una de la tarde. Conforme vamos entrando en el albergue, los peregrinos vamos sintiendo el aliento de quienes están dentro, como animándonos por haber llegado hasta aquí en un día como el de hoy.

Aprovechamos nuestro paso por este albergue para sellar de nuevo nuestra credencial. Además nos percatamos de lo bonito del lugar: tanto el propio albergue, en forma de palloza y con una decoración rústica muy bien cuidada, como los alrededores ahora que el día se va aclarando. Nos comemos unos bocatas, el niño también aprovecha para tomarse su ración de biberón y Olga se prepara para hacer con nosotros el tramo siguiente: 2,2 km hasta el cercano pueblo de Viduedo.



Tenemos peregrina nueva hasta Viduedo...


A las dos de la tarde reanudamos la marcha, con Olga, hacia Viduedo. A la salida de Fonfría una señora nos prepara un par de filloas. Como Juanma y Toñín iban más adelantados, Olga y yo tuvimos que apurar un poco el ritmo para acercarles una filloa. La otra me la comí por el camino. ¡Y bien rica que estaba! El recorrido hasta Viduedo es un descenso por una senda muy agradable que discurre entre verdes prados salpicados de vacas. Casi sin darnos cuenta, a las dos y media, ya estábamos en Viduedo donde el coche de apoyo recogería a Olga y se iría ya para Samos.


Camino a Triacastela


A partir de Viduedo se inicia un pronunciado descenso de más de 6 km hasta Triacastela. Se cruzan pequeñas aldeas, las vistas a los cercanos montes de Caldeirón y Oribio son impresionantes porque el día ya se ha quedado compleamente claro, y los kilómetros empiezan a pesar en nuestras piernas: los de hoy (más de 20 hasta Triacastela) y los de toda la semana. En una de las pequeñas aldeas que atravesamos hicimos una pequeña parada para tomarnos el café de la sobremesa en un bar a eso de las tres y media de la tarde.

Por fin, casi a las cuatro y media de la tarde, y ya bastante machacados, entramos en Tricastela, el pueblo más grande de la etapa de hoy, con mil habitantes. Lo que son las cosas, empezamos con lluvia y algo de frío y ahora el día estaba soleado e, incluso, con algo de calor. En una zona de terrazas del pueblo nos tomamos nuevamente un refrigerio, el último antes del fin de etapa.

Triacastela tiene una bonita iglesia dedicada a Santiago, en la que destaca especialmente su torre; en esta iglesia aprovechamos para estampar un nuevo sello en nuestras credenciales. Los días que no andaba Laura (como hoy) era Toñín quien llevaba su credencial para que se la sellaran. Solamente en un sitio, en Hospital de la Condesa, nos pusieron alguna objeción, aunque al final se la sellaron también. Por cierto, que de Triacastela surgen dos opciones de itinerario para seguir el Camino: nosotros elegimos el recorrido que pasa por Samos. La alternativa es ir a San Xil evitando Samos.


Los últimos kilómetros del CS2010


De Triacastela hay más de 9 km a Samos que transcurren por paisajes verdísimos, en medio del bosque, cruzando riachuelos... Lástima que ya estuviéramos bastante hechos polvo tras esta dura etapa como para disfrutar por completo de estos paisajes. Se sigue casi todo el tiempo el curso del río Oribio, cruzando algún pequeño puente y pasando cerca de molinos de agua. Se atraviesan pequeñas aldeas, como Sancristobo y Renche y, por fin, a las siete y media de la tarde entramos en Samos.


¡Por fin en Samos!


Espectacular, sobrecogedor, impresionante... Estos son los mejores calificativos para definir el Monasterio de Samos, alrededor del cual se levanta la pequeña villa de Samos. Prácticamente el Camino te hace contornear todo el Monasterio, con sus huertos y árboles. Muchos son de membrillos, que ya hemos visto más veces en el CS2010. Finalmente, en el lado contrario por donde entramos, justo frente al Monasterio, vemos nuestro coqueto hostal, donde nos esperan dos habitaciones triples. Asomada a una ventana de su habitación está Laura fotografiando el momento de nuestra llegada.

En el albergue de peregrinos de Samos sellamos las credenciales. Después nos vamos para nuestras habitaciones. La triple de las chicas es grande, espaciosa y luminosa, hace esquina y tiene en frente el Monasterio y debajo el río Sarria, que pasa junto al hostal. La habitación de los chicos es bastante reducida y entrar o salir del servicio supone una pequeña odisea. Y qué os voy a contar de la ventilación... Al menos hoy ya no hay que mover los coches, cosa que se agradece, de modo que pudimos tumbarnos un ratito para descansar.

A las nueve y media, en un ambiente muy festivo, cenamos toda la expedición en la propia cafetería del hotel para después darnos un pequeño paseo nocturno por los alrededores de esta maravilla de monasterio. Si de día impresiona... de noche... ¡hay que verlo! ¡Precioso! A las once y media se recogen las mujeres y el peque, pero los tres peregrinos de hoy nos quedamos en el propio hotel homenajeándonos con unos exultantes pelotazos de despedida. No era para menos tras la etapa de hoy y tras concluir de forma satisfactoria la semana.




El regreso a Madrid


El sábado, con algo de nostalgia, toca regresar a Madrid. Pero, ya que estamos aquí, queremos aprovechar para visitar el Monasterio: nos quedamos con las ganas de que habilitasen el turno de visitas, ya que no terminaba de llegar un grupo al que estaban esperando los monjes. Así que, para no demorar más nuestra vuelta, hemos aplazado esta visita para el CS2011 que se iniciará en Samos. Además, aprovechando que para la vuelta a Madrid se pasaba por muchos lugares del CS2010, decidimos parar en el hotel rural de El Paraíso del Bierzo, que visitamos en la etapa con final en O Cebreiro, para comer allí. El sitio: de lo más bucólico que os podáis imaginar, rodeados de terneritos, prados verdes, riachuelos, montañas... Y a las cuatro de la tarde, de vuelta hacia la gran ciudad.



Y hasta aquí lo que ha sido el relato del CS2010. El año que viene, el CS2011 llega a Santiago de Compostela. Nos quedan 125 km. Aún no sabemos quiénes iremos pero casi seguro que regresaremos a las fechas habituales de abril-mayo. ¿Y después? Bueno, eso... eso os lo contaremos en su día. ¡Buen Camino!



Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Samuel Barber — BSO 'Platoon': "Adagio para cuerdas")




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Otras entradas del blog relacionadas con esta etapa:

¡Ya estamos en Galicia!

jueves, 23 de septiembre de 2010

CS2010 — Etapa 5 (Camino de O Cebreiro)





¡Hola peregrin@s! Hoy os escribimos desde... ¡¡¡GALICIAAAA!!! Parece mentira pero, 625 km y tres años y medio después de partir de tierras francesas, hemos conseguido llegar hasta aquí. Estamos alojados en el pequeño pueblo de Piedrafita del Cebreiro (por donde NO pasa nuestro Camino) a solo 4 km del Santuario del Cebreiro, el final de la etapa de hoy y uno de los llamados lugares mágicos de Galicia, donde se conserva el cáliz que aparece en el escudo de la bandera de Galicia. El párroco de este lugar fue el gran promotor del Camino en estas últimas décadas y es, además, el mentor de la famosa flecha amarilla del Camino. Junto a su tumba, en el propio Santuario, vimos infinidad de placas de agradecimiento a su labor divulgadora del Camino. Y hoy nos ha entrevistado la televisión... Sí, habéis leído bien... Saldremos en la tele... aunque supongo que únicamente serán unos pocos segundos.

Aunque solo han sido 14 km, la etapa de hoy estaba cargada de simbolismo por lo que supone llegar hasta este enigmático lugar de Cebreiro que es al Camino en Galicia lo que Roncesvalles podría ser al conjunto del Camino Francés. De hecho, mucha gente lo empieza aquí. La etapa ha sido extremadamente dura en sus últimos 8 km, de fuerte ascenso, pero compensado con creces por los espectaculares paisajes que hemos visto y por la satisfacción del objetivo cumplido.


Los primeros kilómetros
Tras desayunar en nuestro alojamiento rural de Ambasmestas, partimos a las nueve y media de la mañana. Tori, Olga y el niño esperarán en el hotel a que regresemos a recogerlos: esperamos que sea antes de la hora de la comida para poder comer todos juntos en O Cebreiro. Lo primero que hacemos es sellar las credenciales en la iglesia del pueblo. El sello que nos pusieron ayer en el hotel era un poco cutre y por eso hemos vuelto a sellar en este mismo pueblo.

Los primeros 5 km de la etapa de hoy son verdaderamente plácidos. El Camino transcurre por el arcén de una pequeña carretera sin apenas tráfico, rodeados de prados y de bosques de castaños y otros árboles frutales. A la media hora de comenzar a andar llegamos al primer pueblo, Vega de Valcarce.

En este pueblo visitamos la iglesia donde sellamos la credencial con un sello en el que destaca la famosa tau del Camino. En la etapa que acababa en Castrojeriz (final de la etapa 7 del CS2008) os explicaba el significado de este misterioso símbolo jacobeo.

Dos kilómetros después, continuando con este delicioso itinerario, llegamos al siguiente pueblo, Ruitelán, sobre el que se alzan imponentes los viaductos de la autovía. Son casi las once de la mañana. Aquí vemos a dos peregrinos que están haciendo el Camino a caballo: que recuerde, creo que son los primeros que vemos que lo hacen de esta forma.

Un kilómetro más adelante nos internamos en el pueblo de Las Herrerías, donde se inicia la gran subida al Cebreiro. Pero antes, justo a la entrada del pueblo, nos detenemos en un precioso hotel rural que se halla en un lugar idílico. Su nombre ya lo dice todo: El Paraíso del Bierzo. Aquí hacemos una breve parada para tomarnos unos cafés antes de la gran ascensión. El lugar está rodeado de prados con vacas, árboles frutales...




Ascensión al Cebreiro

A la salida del pueblo de Las Herrerías, curiosamente tras una fuerte bajada, comienza la ascensión a O Cebreiro. Inicialmente el Camino sigue por una pista asfaltada pero, en seguida, surge un sendero pedregoso que se separa de la carretera: los viandantes debemos de seguir por aquí mientras que los ciclistas continúan por la carretera.

Las primeras rampas son muy duras. Además, hace bastante calor. El recorrido es duro pero a la vez precioso: discurre por una zona de monte entre castaños centenarios. Nos vamos encontrando con otros peregrinos que nos adelantan, o les adelantamos, según el ritmo de cada uno. Nosotros vamos resoplando, pero avanzamos.

De vez en cuando nos topamos con algún grupo de vacas que viene de frente, lo que origina más de un susto. Por fin, a la una de la tarde, cuando nuestros resoplidos ya parecían auténticos alaridos de sufrimiento, alcanzamos la primera aldea intermedia, La Faba, desde donde quedan algo menos de 5 km para el final. Esta aldea tiene bar, iglesia y albergue. En el bar nos tomamos un refrigerio, en la iglesia encendemos alguna velita para interceder por la salvación de alguna que otra alma pecadora y junto al albergue nos hacemos fotos al lado de una curiosa estatua de un peregrino hecho polvo... como nosotros...

En la iglesia de La Faba también aprovechamos para sellar las credenciales. Hasta la siguiente aldea, La Laguna de Castilla, la última en suelo castellano, hay poco más de 2 km de ascensión pero ya de menor dureza que los anteriores. En esta aldea vemos alguna palloza que nos recuerda que estamos en tierras de Los Ancares.


A partir de La Laguna notamos que la vegetación ya es mucho menor. Se nota que nos acercamos a la cumbre. Pero un poco antes de alcanzarla observamos la presencia de un monolito que nos indica ¡¡¡¡QUE YA ESTAMOS EN GALICIA, LEÑEEEEE!!!! Como buen gallego, les pido a mis compis que qué menos que arrodillarse y hacer una reverencia ante la entrada en mi tierra a lo que me contestan con un ¡¡¡vete a la porra!!! ¡¡¡Pffffff... jajajajaja!!!

Desde el monolito hay menos de un kilómetro hasta el Santuario. Estamos en todo lo alto del puerto. El paisaje desde aquí es una maravilla, más aún por la euforia que nos embarga en ese momento, de modo que el escaso recorrido hasta la aldea de O Cebreiro, cuesta abajo, nos parece como si discurriera por una suave alfombra. A las dos y media de la tarde hacemos nuestra pequeña entrada triunfal en O Cebreiro. Nada más llegar al pueblo, Laura y yo vamos con mi coche a Ambasmestas, a recoger al resto de la expedición. Ni que decir tiene que el ambiente era completamente festivo: al menos, ya hemos conseguido llegar hasta Galicia, cosa que más de uno dudaba cuando iniciamos todo esto allá por abril de 2007...




O Cebreiro

En O Cebreiro visitamos el precioso Santuario de piedra, donde se custodia el cáliz que aparece en el escudo de Galicia. Además hay varias pallozas y viviendas típicas que confieren al lugar un entrañable aire celta. Es una lástima que no encontráramos, en su día, alojamiento para pasar la noche aquí. Os recuerdo que este año es Año Santo y, cuando llamamos hace unos meses, en O Cebreiro estaba ya todo completo. Por eso tuvimos que reservar alojamiento en un hostal de Piedrafita, junto a la carretera general, a 4 km.

Mientras íbamos a por las peregrinas acompañantes y a por el peque, Juanma y Toñín reservaron una mesa para comer todos, a las tres y media de la tarde, en un precioso mesón típico llamado Carolo, donde degustamos, entre otras cosas, unos suculentos macarrones. En el vídeo de un poco más abajo podéis ver el ambiente superfestivo que nos embargaba y cómo Olga ya estaba recuperada de las molestias del día anterior.

El sello del final de la etapa de hoy no podía ser de otro lugar más que del Santuario. Por cierto, que en realidad hemos puesto dos sellos en el Santuario. Uno es el que veis a la derecha; el otro es un supersello de tamaño cuádruple del habitual que me ha dejado mi cartilla con muy poquito espacio para más sellos: tendré que racionar los sellos de mañana y me tocará pedir una credencial nueva para los sellos del año que viene.




Una mirada atrás

Bueno, y ahora os tenemos que contar una pequeña sorpresa. Después de comer hemos estado dando una vuelta por el pueblo y nos ha parado un equipo de Antena 3 Televisión que nos ha preguntado si no nos importaba contestar a algunas preguntas. Nos han filmado unos minutos a Juanma y a mí y nos han dicho que todo esto era para un pequeño documental sobre el Camino, denominado "Una mirada atrás", que lo echarán dentro del Telediario de la Tarde de A3.

Nos han contado un poco la historia del antiguo párroco de O Cebreiro, el padre Elías Vadiña, auténtico impulsor del Camino de Santiago moderno y mentor de la flecha amarilla.



Extracto del programa de Antena 3 "Una mirada atrás",
emitido el 12 de octubre de 2010:
Juanma aparece en el segundo 9 y Miguel, en el segundo 12



Y mañana Samos y final del CS2010...

Pues os podéis imaginar que el tema de la entrevista ha alterado un poco al grupo... A las seis y media de la tarde hemos cogido los coches para llevar a toda la expedición al hotel de Piedrafita. Luego, Toñín y yo nos hemos ido con los coches a Samos para dejar el mío como coche adelantado. Y ojo, que hemos podido observar que la etapa de mañana (con 30 km) no va a ser precisamente un paseo: nos ha llevado más de una hora ir y volver de Samos con el coche de Toñín. El recorrido de mañana es un auténtico rompepiernas pero con paisajes majísimos. Y en Samos, hay un monasterio que es verdaderamente es-pec-ta-cu-lar. Ya lo veréis. Por cierto, que mañana Laura no andará y llevará el coche de apoyo... esta vez nos ha prometido que nos acompañará más de cerca que la otra vez. Empezando por acercarnos desde Piedrafita hasta O Cebreiro para empezar el recorrido.

Con respecto al pueblo donde hacemos noche hoy, Piedrafita, deciros que es muy tranquilo y con poquito movimiento. Hemos cenado a las nueve y luego Juanma, Toñín y yo nos hemos bajado a la cafetería del hotel donde hemos conversado un buen rato con el dueño del hotel mientras degustábamos unos soberbios pelotazos de la Galicia interior. Bueno, pues mañana más... Y parece que empieza a llover... ¡Ufff mañana! ¡Buen Camino!


Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de James Horner — BSO "Braveheart")





miércoles, 22 de septiembre de 2010

CS2010 — Etapa 4 (Camino de Ambasmestas)




¡Hola peregrin@s! Hoy os escribimos desde uno de los últimos pueblos que nos encontraremos antes de acometer el ascenso al mítico O Cebreiro, que nos llevará a tierras gallegas. La de hoy ha sido una etapa relativamente cómoda (17 km llanos) que hemos completado antes de la hora de comer y que nos ha permitido, incluso, hacer una pequeña excursión por la tarde aprovechando los dos coches de apoyo que nos acompañan.


Salida de Villafranca

Hoy hemos vuelto a ser Los 4 peregrinos porque Laura se ha incorporado, nuevamente, al grupo de caminantes. Tras desayunar en nuestro hotel de Villafranca, a las nueve y media de la mañana iniciamos la etapa del día. Antes de cruzar el río Burbia, que da nombre a nuestro hotel de Villafranca, una señora (que portaba el carrito de la compra que puede apreciarse en la foto de la derecha) nos hace una foto de grupo junto a una estatua de un peregrino.

La etapa del día transcurre en su mayor parte por un andadero o arcén peatonal junto a la carretera nacional. Vamos recorriendo el valle de Valcarce, que debe su nombre al río homónimo que nos acompaña a nuestra izquierda. Únicamente abandonaremos el andadero para acceder a los pocos pueblos que atraviesa la etapa. Hoy el coche adelantado lo tenemos situado en el final de etapa, en Ambasmestas, de modo que solamente cuando lleguemos allí habrá que recoger a Tori, Olga y el niño, que se han quedado en Villafranca. Por cierto, decir que el peque se está portando fenomenal porque no protesta ni pone malas caras a pesar del sinfín de traslados y jaleos que le organizamos con los coches...


Primer pueblo: Pereje

Aunque pudiera parecer un recorrido pesado por ir junto a la carretera, la verdad es que el paisaje del valle de Valcarce es muy bonito y entretenido. Cuando nos acercamos al primer pueblo de hoy, Pereje, abandonamos el andadero para meternos en un camino interior que nos lleva a él. En este pueblecito visitamos su iglesia, donde nuevamente nos animan a plasmar el sello en la credencial.

Llevamos más de 7 km de etapa, son las once de la mañana así que parece un buen momento para meterse un pequeño tentempié en el cuerpo. Eso hacemos en un bar de Pereje antes de reanudar el Camino.




Segundo pueblo: Trabadelo

De Pereje a Trabadelo hay 5 km por el andadero inicial más un pequeño tramo de precioso camino entre árboles. Trabadelo, el segundo pueblo de la jornada, es otra pequeña población que recorremos casi sin darnos cuenta. Así a lo tonto, como quien no quiere la cosa, son las doce y media y nos quedan menos de 5 km para concluir la etapa.


La Portela de Valcarce

A la una y media de la tarde entramos en La Portela de Valcarce, antesala del final de la etapa de hoy, donde nos recibe una escultura del Apóstol que nos recuerda que solo quedan 190 km hasta Santiago. El final de esta breve etapa de hoy está ya muy muy cerca.




Ambasmestas

Diez minutos antes de las dos de la tarde hacemos nuestra entrada en el final de etapa de hoy: el pequeño pueblo de Ambasmestas, donde nos esperan tres habitaciones dobles en un coqueto centro rural. La verdad es que echábamos de menos una etapa corta y tranquila como la de hoy para recuperar fuerzas de las palizas de los días anteriores y, sobre todo, para prepararnos para las duras etapas de mañana y de pasado mañana. En cuarenta minutos organizamos el rescate de mi coche desde Villafranca, trayéndonos hasta aquí al peque, a su abuela y a su tía, que estaban esperándonos en el punto de partida de la etapa de hoy. Por cierto, que Olga estaba algo pachucha porque algo le debió de sentar mal en la cena de ayer. A las tres de la tarde, toda la expedición ya estaba comiendo en nuestro alojamiento de Ambasmestas. Y hoy sí que hemos tenido tiempo, por fin, de echarnos una siestecita como mandan los cánones jacobeos en este bonito alojamiento rural con habitaciones con paredes de piedra y vistas al río...





Excursión por la tarde...

Por primera vez en el Camino de este año nos encontrábamos con una tarde libre, que aprovechamos para visitar —siguiendo la recomendación del hotel donde estábamos alojados— el cercano valle de Balboa, en Los Ancares. Balboa es un precioso pueblo donde hay varias pallozas o construcciones autóctonas de forma cónica. Aquí visitamos una exposición de un artista local que trabajaba la madera de castaño. La verdad es que la zona tiene un encanto especial. ¡Super-recomendable para escaparse un fin de semana!


...Y cena por la noche

Cuando regresamos de Balboa, fuimos a dejar mi coche adelantado para la etapa de mañana en O Cebreiro. Como ya era de noche y no nos fiábamos mucho de la carretera, en esta ocasión nos desplazamos tres peregrinos (en lugar de dos): Juanma, Toñín y yo, para dejar el coche. Tuvimos ocasión de apreciar, en la oscuridad de la noche, la impresionante y siniestra silueta de la etapa de mañana. Ya de nuevo en Ambasmestas, cenamos como unos reyes en nuestro alojamiento tras ver un poco del partido de la jornada liguera de hoy miércoles (empate a uno entre el Valencia y el Atlético). Por cierto, buenísimas las tartas de castaña que ofrecen por estos lares: ya he probado más de una y creo que seguiré repitiendo...




Y mañana, la subida a O Cebreiro y la entrada en Galicia. Son solo 14 km de etapa pero los ocho últimos serán de esos que recordemos todo el Camino. Parece mentira, pero ya llevamos más de 600 km desde que salimos de Saint Jean y estamos a un paso de Galicia... Pero qué paso... Ya os lo contaremos. ¡Buen Camino!


Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Innocence "Natural thing")