miércoles, 2 de mayo de 2007

CS2007 – Etapa 4 (Camino de Puente la Reina)





¡Hola peregrinos! Otra noche más estoy con vosotros, esta vez desde nuestra habitación de este precioso hotel rural de Puente la Reina, adonde hemos llegado esta tarde. Ya os contaré luego el pequeño lío que nos han montado con las habitaciones. Imaginaros... ¡querían que Juanma y yo durmiésemos juntos en una cama de matrimonio! Vamos, el cachondeo que se hubieran traído nuestros amiguetes de Madrid si llega a ocurrir eso. Hemos acabado muy cansados, como de costumbre, con los pies "masajeados" (luego os digo por qué), pero al menos hoy hemos tenido un día agradable meteorológicamente hablando, salvo un viento algo molesto subiendo al Alto del Perdón. Todavía estamos terminando de secar parte de la ropa que se nos mojó ayer en la etapa de Pamplona. Los radiadores están tomados por los calcetines de Juanma (que ha llevado colgados en su mochila durante toda la etapa, para que se secasen) y el tufillo que despiden está empezando a dejarme "colocado". Bueno, pues la etapa de hoy ha sido más o menos así...


Saliendo de Pamplona

Hoy nos hemos levantado con más sueño que de costumbre por la noche marchosa de ayer. A pesar de todo, hemos respetado nuestro horario habitual y, tras el desayuno de café con zumo y tostadas en el hotel de Pamplona, a las 9 de la mañana ya estábamos en marcha. Lo primero que hemos hecho ha sido acercarnos a una tienda de fotos cercana para que la peregrina Laura comprara una nueva cámara de fotos. ¡La tercera que utiliza en este viaje! Esta chica es un negocio para los Kodak y compañía... Así que, de nuevo, ya volvemos a disponer de nuestro "arsenal" fotográfico y videográfico al completo.

El Camino atraviesa la ciudad de Pamplona, pasando por delante de la Catedral. Te saca de la villa cruzando un gran parque y, más adelante, la ciudad universitaria. La etapa de hoy tiene casi 24 kilómetros y en ella destaca claramente la empinada subida al Alto del Perdón, más o menos a mitad del recorrido. Como a la hora de la comida no tendremos a mano ninguna población importante, hemos pensado en almorzar en plan de bocadillos. Por eso, antes de abandonar Pamplona, compramos pan y embutidos para pegarnos un buen festín en su momento.

El día está espléndido. Luce un sol radiante. La etapa en estos primeros kilómetros es un auténtico paseo y, casi sin darnos cuenta, llegamos hasta la cercana población de Zizur Menor, a 5 kilómetros de Pamplona.


Camino del Perdón

El paisaje ha cambiado por completo. Atrás quedan aquellos bosques verdísimos y de espectacular belleza con robles y hayas. Ahora nos encontramos con verdes campos de trigo y un perfil en el terreno suavemente ondulado. En el horizonte se adivina el Alto del Perdón, un monte coronado por los molinos de viento de un parque eólico. Tenemos que ascenderlo por la cara oriental y descenderlo por la ladera oeste.

Por donde avanzamos ahora, el camino es bastante llano y cómodo de recorrer. El peregrino Toñín, con su mp3, en seguida "mete el turbo". Va como unos 200 ó 300 metros por delante de los demás, hasta el punto de que en varias ocasiones lo perdemos de vista. Bromeamos sobre lo que debe ir escuchando en el mp3 pero, por el ritmo que lleva, parece como si fuera oyendo marchas militares del estilo de las que usa la legión para desfilar. Menudo pitorreo que nos trajimos los peregrinos Juanma, Laura y yo con eso. Y el pobre Toñín ajeno a lo que hablábamos de él...

Hoy son muchos los peregrinos que nos vamos encontrando. Como Toñín iba tan adelantado no se percató de un par de peregrinas inglesas que se detuvieron en mitad del Camino a ofrecer queso a todo el que pasaba por delante de ellas. Y es que el "pedazo queso" que tenían debía de pesar como un par de kilos... ¡Menuda ocurrencia hacer el Camino con semejante carga! Cuando pasamos por donde ellas nos ofrecieron todo el queso que quisiéramos y les hicimos un favor "cepillándonos" un buen trozo cada uno de nosotros. Nos reímos bastante con ellas y las animamos a seguir compartiendo el queso con los que vinieran por detrás, porque ahí debía de haber raciones para media Navarra, jejeje.


Tras la comida... la "escalada" al Alto del Perdón

Así las cosas el terreno comienza a inclinarse poco a poco. Son casi las dos de la tarde y pensamos que ya va siendo hora de zamparse los bocatas. Nos parece un buen lugar para ello el pueblo de Zariquiegui, justo en la mitad de la subida al Perdón. En este pequeño pueblo hay una iglesia y, a su lado, una fuente y un par de bancos para sentarse: se trata del sitio perfecto para "montar mesa y mantel", desde el que se divisa una panorámica sin igual de Pamplona y de todo el llano que acabamos de recorrer.

Cerca de donde estábamos había otros peregrinos que tuvieron la misma idea. Además, teníamos unas buenas zonas verdes para aliviar otro tipo de necesidades. Desde aquí nos quedaría una media hora hasta la cima del Perdón.

La subida al Alto era bastante dura. Además del viento molesto nos enfrentábamos al problema de que las últimas lluvias se habían llevado parte del camino, de modo que en más de una ocasión nos tocó hacer de cabra y subir por donde buenamente se podía. Una vez más, los bordones nos resultaron especialmente útiles para mantener el equilibrio en todo momento.

Sobre las tres de la tarde llegamos a la cima del Alto del Perdón, lugar emblemático de todo el Camino de Santiago. Desde aquí se divisan Pamplona hacia un lado y Puente la Reina hacia el otro. En el Alto existe un curioso Monumento al Peregrino donado por la Asociación de Amigos del Camino de Navarra. Quedan solamente 11 kilómetros hasta Puente la Reina y nos las prometemos muy felices tras el esfuerzo realizado para subir hasta aquí. Pero...


¡Por Dios! ... ¿Qué es esto?

Cuando iniciamos el descenso del alto vemos que los 4 kilómetros de bajada hasta el pueblo de Uterga son un auténtico camino de cabras plagado de piedras de todo tipo y cantos rodados. Un auténtico "tuercetobillos" mucho peor que la propia subida. Tras el esfuerzo del ascenso, ahora tienes que ir frenando y reteniendo para no embalarte en una bajada pronunciada y, además, por un terreno imposible de piedras que no te permite pisar con comodidad. ¡Menudo masaje para los pies! Los llevábamos ardiendo.


Una parada agradecida

Podéis imaginaros que la llegada al pueblo de Uterga, con un albergue que dispone de una cafetería con terraza, se convirtiera en un auténtico lujo. Como si estuviéramos en nuestra casa, entramos, nos descalzamos, sellamos nuestras credenciales, cogimos una mesa de la terraza, nos tomamos unos cafés, después unos helados, y yo creo que hubo tiempo hasta para una cabezadita. Incluso Laura tuvo ocasión de utilizar los servicios del botiquín (que hasta ahora está pasando casi desapercibido, lo cual es muy buena señal). En la mesa de al lado se puso otro grupo de peregrinos con el que ya coincidimos en la comida de ayer de la etapa de Pamplona. Sin duda, ¡este ha sido el mejor momento de la etapa de hoy!


Camino de Puente la Reina

Desde Uterga faltaban siete kilómetros hasta Puente la Reina, que recorrimos entre verdísimos prados y campos de trigo. Un poco antes de llegar está el pueblo de Óbanos, donde se unen los Caminos de Santiago Navarro y Aragonés. Por esa zona vimos un cartel indicativo de un desvío de 2 kilómetros para ver la iglesia de Santa María de Eunate, una de las más bonitas de Navarra. Pero tal y como estábamos, cualquiera se metía ahora esos kilómetros extra para ver esa iglesia, de modo que tuvimos que conformarnos con ver su imagen dibujada sobre la pared de una casa.

Por fin, a las 6 de la tarde aparecemos en Puente la Reina, con los pies echando humo. Como justo a la entrada del pueblo hay un albergue de peregrinos, aprovechamos para sellar en él nuestras credenciales. Acto seguido vamos al hotel para acomodarnos antes de dar un paseo por el pueblo.





Ya en Puente la Reina...

Nuestro hotel es de estilo rural, con paredes de piedra: muy bonito. Cuando el peregrino Juanma y yo entramos en nuestra habitación, observamos que nos han puesto cama de matrimonio. Al advertir del error a la recepción del hotel, nos dicen que no pueden cambiarnos de habitación porque el hotel ya está completo... Me veía durmiendo con Serrucho Man en la misma cama. En el último momento se dan cuenta de que hay una habitación doble adjudicada a dos peregrinos que aún no han llegado (no sabemos si son o no del mismo sexo), así que se opta por "traspasar" el problema a estos dos peregrinos y a nosotros nos dan la habitación doble inicialmente prevista para ellos. (No sé lo que pasaría con estos dos).

Tras esta confusión, aún nos queda tiempo para dar una vuelta por el pueblo antes de la cena. Tuvimos ocasión de contemplar el bonito Puente del Peregrino y de echarnos unas buenas jarras de cerveza fresquita en un local próximo. La cena la hicimos en el propio hotel, avisando previamente por teléfono. Por cierto, mientras cenábamos tuvimos ocasión de presenciar la otra semifinal de la Champions, en la que el Milán eliminó al Manchester Utd. La cena fue a la carta y, aunque resultó algo cara, estuvo muy bien, y más teniendo en cuenta que hoy habíamos comido en plan de bocadillos.

Mañana, toca Estella

Pues hasta aquí lo que ha sido la etapa de hoy. Mañana podría empezar a estropearse un poco el tiempo, aunque el jueves es el día que más nos preocupa en ese sentido. La etapa de mañana concluye en Estella, tiene 22 kilómetros y es de suave subida con algunos pequeños repechos. A ver qué tal se nos da. ¡Buen Camino!


Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Fleetwood Mac "Albatross")


* * * * *

UN AÑO DESPUÉS, HE VUELTO A PUENTE LA REINA

¡Hola a todos! Casi un año después de escribir este artículo del blog, en la Semana Santa de 2008 he estado con Olga en La Rioja y Navarra, donde hemos tenido ocasión de regresar a algunos de los lugares que recorrimos durante el Camino de Santiago de 2007. En Puente la Reina, Olga ha querido enviar un mensaje a los peregrinos de todo el mundo, que he recogido en el vídeo que os pongo a continuación...

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