¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos desde el pequeño pueblo cántabro de Unquera, cerca de la desembocadura del río Deva. En la otra orilla del río se encuentra ya Asturias. Hasta aquí nos ha traído esta segunda etapa del CS2019: 14,4 kilómetros con pequeños desniveles. La jornada ha discurrido con un tiempo agradable y soleado, aunque a última hora de la tarde hacía algo de fresquito en el pueblo. Menos mal que las corbatas, esos hojaldres típicos de Unquera, ayudan a calentar el cuerpo.
Mientras antes de irnos a dormir echamos las últimas partiditas de cartas —el juego del chinchón, en el que Juanma sigue sin levantar cabeza—, os dejamos con el relato de la jornada de hoy...
Así empieza la jornada...
De nuevo estamos ante una etapa de las cortas así que el despertador lo ponemos, como siempre, a las ocho menos cuarto de la mañana. La peregrina Isabel ya está levantada desde unos minutos antes para bajar su mochila a la recepción de nuestro hotel de San Vicente de la Barquera. Hoy es domingo y, curiosamente, hay jornada electoral. En su día ya tomamos nuestras precauciones solicitando el voto por correo para evitar estar en una mesa electoral en el día de hoy.
Parece que todos hemos salido bien parados de la etapa de ayer de modo que el botiquín apenas si ha tenido que utilizarse para poner alguna tirita en algún pie y poco más. A las nueve ya estamos preparados los tres y nos dirigimos, en primer lugar, a desayunar al mismo sitio donde estuvimos la pasada noche. Café, zumos y bollería abundante. Ahora ya estamos preparados para andar lo que nos pongan...
...Y así comienza la etapa de hoy
Son las 9.45 horas cuando iniciamos la marcha por las calles de San Vicente de la Barquera. Y el pueblo no se anda con historias. Fue cruzar la plaza que veis en la foto de la izquierda y... ¡para arriba! A subir un monumental cuestón, que combina rampas asfaltadas y escaleras, hasta llegar con la lengua fuera a la parte alta de la villa por donde ayer estuvimos paseando.
Atrás quedan San Vicente y el mar
El Camino cruza la ría de San Vicente y va rodeando la villa mientras nos alejamos de ella y del mar. Aun así, el paisaje nos premia con bonitas vistas del pueblo en las que destaca la presencia de la imponente iglesia. Poco a poco vamos perdiendo de vista el mar y adentrándonos en los ondulados paisajes de la cornisa cantábrica.
Conforme avanza la jornada vamos descubriendo verdes valles salpicados de animalitos con las cumbres nevadas de los Picos de Europa como telón de fondo. Coincidimos con algún que otro peregrino, todos extranjeros. Estamos en medio de una soleada jornada campera.
Parada en Serdio: sello, refrescos y caballos
Desde que hemos salido de la zona de San Vicente apenas si hemos visto una pequeña aldea con su iglesia. Cerca del mediodía entramos en el municipio de Val de San Vicente, concretamente en la aldea de Estrada donde destaca su torre medieval, que está cubierta por andamios. Cerca de ella hay una posada rural que permanece cerrada.
Un poco más adelante llegamos al pueblo de Serdio, con iglesia y bar. En este último hacemos un pequeño receso, nos tomamos unos refrescos y sellamos por primera (y, a la postre, única) vez hoy las credenciales. Reanudada la marcha, tan solo unos metros después, nos aguardan unos simpáticos caballos. Un vecino nos deja una bolsa con pan duro para que se lo demos a los equinos.
Los pobres son muy mansos y se dejan tocar... o más bien sobar y resobar... porque menuda lata que les dimos...
Los últimos kilómetros de hoy
A lo largo de la hora siguiente caminamos por pistas asfaltadas junto a verdes prados. En uno de estos vemos una cabrita recién nacida: vio la luz tan solo media hora antes de nuestro paso, según nos cuenta el dueño. Un poco más adelante cruzamos la ría de Tina Menor, en la localidad de Pesués, en la desembocadura del río Nansa. A orillas de este río divisamos un impresionante morlaco tumbado sobre la hierba... que cualquiera se atreve a bajar a decirle algo a semejante bicho...
A partir de esta zona comienza una senda boscosa de tres kilómetros, paralela a la vía del tren, que nos llevará hasta el final de la etapa de hoy.
Llegada a Unquera
Por fin, unos minutos antes de las tres de la tarde, la senda boscosa del tren desemboca en la carretera general por cuya acera llegamos a Unquera. A la entrada del pueblo está justamente la tienda de alquiler de canoas que nos trae entrañables recuerdos a Juanma y a mí. Aquí comenzó nuestra aventura del pasado otoño cuando hicimos el descenso del río Deva (podéis acceder al relato correspondiente pinchando en ese enlace).
Más adelante, las tiendas de las riquísimas corbatas de Unquera y de las no menos buenas palmeras gigantes nos indican que ya hemos llegado a nuestro destino. ¡Etapa concluida! Y sin contratiempos, que no es poco. A partir de mañana, las etapas empiezan a alargarse...
Rápidamente dejamos las cosas en el hotel, que está pegadito al río Deva. Aquí tenemos dos habitaciones, una doble para los dos peregrinos, y otra individual para la peregrina. Para variar, las habitaciones están arriba del todo. Como Juanma y yo estuvimos recientemente en esta zona, tenemos muy claro dónde ir a comer a continuación...
El pueblo de Unquera ha crecido en torno a la carretera general: a uno y otro lado de la misma están los comercios de productos típicos y el restaurante donde nos detenemos a comer, Los Toneles AsturCántabros, un lugar que combina las cocinas cántabra y asturiana, ya que Asturias está a solo cien metros, cruzando el puente sobre el río.
Se trata de un sitio singular, con dos grandes toneles dentro de los cuales hay mesas dispuestas como comedor. Aquí sirven tablas de embutidos y quesos impresionantes, carnes muy buenas y postres caseros elaboradísimos, y los camareros visten trajes regionales. Como ya eran casi las cuatro de la tarde fuimos prácticos y nos pedimos unos platos sencillos regados con la sidra que sale de un peculiar surtidor que te ponen en la mesa. Podéis ver su funcionamiento en el vídeo que sigue. El postre y los cafés nos los tomamos justo en el local de enfrente, donde venden las mejores corbatas de Unquera. ¿Os imaginais lo que pedimos? ... ¡Premio!
Película, paseo y cena
¿Recordáis el año pasado cuando, antes de iniciar la primera etapa del Camino Inglés, hicimos un visionado del vídeo de Camino del año anterior en nuestra habitación del Parador de Ferrol? Pues nos gustó tanto la experiencia que este año decidimos repetirla. Ya lo teníamos hablado desde Madrid y el lugar elegido para ver el vídeo del año pasado ha sido precisamente este, Unquera, por ser una etapa corta y en un pueblo pequeño donde no hay muchas cosas que ver a ritmo de peatón.
Así que, por la tarde, después de la comida, nos pusimos cómodos para ver el vídeo y recordar las maravillosas vivencias del año pasado...
Y aprovechando que los tres estábamos con el pijama se nos ocurrió hacernos la típica foto de pijamas metidos en la cama (en este caso, en la cama de la peregrina). Veía que por momentos Juanma se me arrimaba un poco, de ahí la cara de felicidad con la que aparece en la foto, pero a duras penas conseguí contenerle.. jajajaja...
Tras el visionado de la peli salimos a dar un paseo por el pueblo: básicamente seguir la carretera hasta la estación de ferrocarril del FEVE, que está frente a la tienda de canoas, y vuelta al centro, o sea, a la zona del puente y los comercios. A las nueve de la noche regresamos al restaurante Los Toneles donde dimos buena cuenta de unas tablas de quesos y embutidos con, en mi caso, una original torrija como postre.
Y tras la cena, unas cartitas (chinchones) en la habitación: Isabel y yo seguimos alternando las victorias, Juanma, de momento, ni las huele...
La etapa de mañana
Y así ha sido esta segunda etapa del Camino... Mañana la tercera y ya ninguna de las que quedan bajará de los veinte kilómetros... Concretamente, mañana 25 km hasta la población costera de Llanes. De las etapas siguientes, mejor no hablar porque sus longitudes dan miedo. De hecho, una de ellas será la más larga que hayamos andado nunca en nuestra historia del Camino...
Pero de momento, mañana regresamos al mar. Según hemos leído, la de mañana es una de las etapas más bonitas de todo el Camino del Norte... Veremos si es verdad. Pero eso os lo contaremos no hoy sino... ¡Mañana! ¡Buen Camino!
Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de John Barry "BSO Bailando con lobos")
1 comentario:
Etapa corta y soleada donde pudimos disfrutar de hermosos paisajes.
Estos han sido magníficamente captados por el peregrino Miguel en preciosas fotografias panorámicas que ilustran esta etapa.
El final en Unquera nos trajo buenos recuerdos de "corbatas" y "piraguas".
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