martes, 1 de mayo de 2018

CS2018 — Etapa 3 (Camino de Betanzos)


¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos desde otra bonita localidad coruñesa, Betanzos, final de esta tercera etapa del Camino Inglés que hemos recorrido hoy. 21 kilómetros soleados de etapa. Hace un rato que hemos cenado en un mesón viendo el partido de vuelta de la eliminatoria entre el Bayern y el Madrid de la Champions. Juanma regresa eufórico porque su equipo se ha clasificado para la final, aunque ha sudado la gota gorda porque los alemanes se pusieron por delante en el Bernabéu y achucharon hasta el último minuto... Bueno, dejemos el fútbol y centrémonos en el Camino. Aquí tenéis el relato de lo que fue la jornada de hoy...

Comienza la etapa con una buena cuesta

Hoy el día parece que se levanta soleado. Tras desayunar de bufé en el hotel, a las nueve y media iniciamos la marcha no sin antes sellar nuestras credenciales en el cercano albergue de peregrinos. Son 21 kilómetros hasta Betanzos. Pero la etapa de hoy tiene muchas cuestas. Y la primera de ellas, y la más gorda, nos espera nada más empezar.

La salida de Pontedeume es cuesta arriba. ¡Y menuda cuesta! Kilómetro y medio de ascensión continua que hace que a los pocos minutos de la etapa ya vayamos con la lengua fuera.

El premio lo cobramos en la cima en forma de una vista de postal: una hermosa panorámica de Pontedeume con el mar al fondo.

A partir de este punto comienza una larga bajada por pequeñas carreteras rurales aderezadas con hermosas y floridas vistas del municipio de Miño (que, a pesar de su nombre, no tiene nada que ver con el gran río gallego), incluido un campo de golf.



Tras la gran bajada, una nueva subida, un tramo llano y otra bajada cruzando zonas de bosque y monte, y algún espacio más abierto. A las 11.10 horas, en uno de los claros del bosque, aprovechando la presencia de unas neveras portátiles, hicimos un pequeño alto para beber agua y tomarnos algunas de esas barritas energéticas que tanto le gustan a Juanma. Y también almendritas de Isabel. El día está completamente soleado pero la etapa está siendo algo rompepiernas con tanto sube-baja. Llevamos recorridos unos seis kilómetros.



Miño, mitad de etapa

Una vez que cruzamos el puente sobre el río Baxoi, el recorrido se hace más llano. El origen de ese puente se remonta al siglo XIV y se construyó a petición del omnipresente (por estas tierras) Pérez de Andrade.

Tras rodear la autopista llegamos, por fin, al pueblo de Miño. Son las 12.15 horas y nos encontramos justo en la mitad de la etapa. No encontramos en nuestro camino ningún lugar donde sellar la credencial, ya que el albegue de peregrinos nos queda apartado.

Tampoco nos decidimos a avituallarnos aquí ya que hay un par de bares más adelante. Craso error. Justo a la salida del pueblo hay un pequeño mirador sobre las vías del tren con una bonita panorámica de la ría de Betanzos. Tras detenernos un rato en él, reanudamos la marcha abandonando Miño.



La playa del porco

Media hora más tarde llegamos a otro pintoresco lugar: el Ponte do Porco sobre el río Lambre, justo al final de la playa de la Alameda. El puente también fue levantado por orden de Pérez de Andrade y el nombre de porco o jabalí hace referencia a uno de los emblemas de su linaje, muy presente en la zona. Por ejemplo, en el crucero que había junto a la playa.



La peregrina Isabel se quedó con las ganas de bañarse en ella porque no andábamos sobrados de tiempo. Y todos nos quedamos con ganas de comer algo en el bar que había al lado, porque estaba cerrado. Me temo que no vamos a poder comer hasta llegar a Betanzos... Es la una de la tarde y nos faltan 9 km para alcanzar la meta de hoy.

Último tramo de etapa

Desde el Ponte do Porco el camino vuelve a empinarse notablemente, con fuertes cambios de pendiente... para arriba... ahora para abajo... Para colmo, nos fallaron las dos opciones de avituallamiento en las que habíamos pensado antes de llegar a Betanzos. La etapa empezaba a hacérsenos larga...

Nuestro único consuelo fue la presencia de una fuente con agua fresquita donde nos detuvimos unos minutos. Aquí coincidimos con un par de ciclistas gallegos que nos recomendaron dónde y qué comer en Betanzos. En particular nos hablaron de la tortilla muy poco hecha que es típica de la localidad brigantina (que es el gentilicio para los de allí). Desde este punto nos queda alrededor de una hora para acabar la etapa.



Por fin en Betanzos

Y en efecto, una hora después, a las 15.20 h, tras un interminable tramo de bajada, llegamos a Betanzos... bastante cansados, por cierto. Pero otra etapa concluida.



Nos encontramos lo que debió ser un dia de mercadillo en la plaza principal del pueblo, ya que estaban recogiendo los tenderetes. Para llegar a nuestro hotel tuvimos que preguntar a un taxista, que dudó bastante porque no estaba muy seguro de dónde estaba, hasta que dio con la indicación correcta.

Entramos en nuestro hotel a las 16.45 horas y enseguida preguntamos por un sitio cercano donde comer... Nos aconsejaron dándonos la referencia de uno de los sitios más típicos de la ciudad, muy cercano al hotel, y que, a esa hora, aún seguiría abierto... Y hacia allí fuimos...



Comida original

En el hotel nos recomendaron un mesón cercano, la pulpería Pirri, que estaba llena de gente a rebosar. Para el comedor, en el piso de arriba, había cola. Y eso que eran las cuatro y media de la tarde. Así que nos hicimos un hueco junto a la barra y nos pedimos unas raciones... ¡originales y buenísimas! La primera vez que veo un pulpo a la gallega preparado con cebolla. Y en el vídeo podéis ver el esmero que ponen para preparar los chipirones. Todo ello regado con albariño... Una comida tardía pero más que apreciada.



Paseo por la tarde y cena

La tarde la dedicamos a disfrutar del pueblo. El casco histórico tiene cuatro iglesias espectaculares a cual más: las de Santiago (s. XI-XIV), San Francisco y Santa María del Azogue (s. XIV) y Santo Domingo (s. XVII). En esta última (la única que encontramos abierta) sellamos las credenciales, aunque el sello que nos pusieron era el de la iglesia de Santiago. También sellamos en el albergue de peregrinos.

En estos monumentos hay esculturas de cerdos o jabalíes representativos del linaje de Pérez de Andrade que está sepultado en la iglesia de San Francisco. La iglesia está cerrada, de modo que no pudimos ver su sepulcro de piedra sostenido por un oso y un jabalí. Os he buscado la imagen en internet de la tumba del gran protagonista de estas primeras etapas del Camino Inglés.

Especialmente llamativa es la fuente de Diana la Cazadora que hay en la céntrica plaza de los Hermanos García Naveira, muy cercana a nuestro hotel. Muy bonito también el entramado de rúas encerrado dentro de las murallas de la villa. Todo más que recomendable. Os animamos a identificar en las diferentes fotos que vienen a continuación cuál es cada uno de los monumentos que aparecen. Más adelante, debajo de los sellos de la etapa, os damos las respuestas.



Por la noche, tras un fugaz paso por la habitación del hotel salimos a cenar a un mesón de la zona de los soportales (el sitio que nos recomendaron los ciclistas con los que coincidimos en la etapa), donde pudimos degustar la típica tortilla muy poco hecha de Betanzos. Allí vimos el partido de Champions donde el Real Madrid consiguió eliminar al Bayern de Munich tras un empate a dos en el Bernabéu. Hasta el último momento pudo remontar el Bayern. ¡Menudo sufrimiento para Juanma!

Casi a las once de la noche nos recogemos en dirección al hotel. Pero por el camino, aún hubo tiempo de fotografiar la emblematica fuente de Diana una vez más.


Y las iglesias que aparecen en el conjunto de seis fotos de más arriba son las de Santiago (las dos fotos de la izquierda), la de Santa María del Azogue las fotos central superior e inferior derecha, la de San Francisco la central inferior y la iglesia de Santo Domingo por detrás de la fuente de Diana en la foto superior de la derecha.

La etapa de mañana

Y mañana, la etapa reina con casi 29 kilómetros entre Betanzos y el Hospital de Bruma, un albergue de peregrinos situado en tierra de nadie. De hecho, nos alojaremos en un hotel que está a dos kilómetros del final de etapa, en Mesón do Vento (Ordes). Y parece que mañana vuelve otra vez el mal tiempo. De hecho, mientras escribo estas líneas, casi a media noche, parece que está a puntito de ponerse a llover si no lo ha hecho ya.

¿Cómo se nos dará esta etapa reina? ¿Tocará ponerse los ponchos otra vez? ¿Se nos hará dura la etapa? Pues ya sabéis, eso... os lo contaremos... ¡mañana! ¡Buen Camino!

Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Andrea Bocelli & Sarah Brightman "There For Me")



1 comentario:

Juanma dijo...

Nos quedamos con ganas de playa, sin embargo disfrutamos de las vistas desde el Ponte do Porco. Buen colofón de etapa degustando en la comida un estupendo pulpo y en la cena la única y peculiar tortilla de Betanzos.