sábado, 27 de abril de 2013

CS2013 — Etapa 1 (Camino de Tui)


¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos desde la bonita localidad pontevedresa de Tui (o, si lo preferís en castellano, Tuy), lugar de destino de esta primera etapa del Camino Portugués. Por fin pillaremos una buena cama esta noche tras pasar la anterior en la litera del tren donde os dejé en la entrada de ayer del blog. Este es el relato de la jornada...

Llegada a Valença do Minho

Completamente puntual, y tras una noche de estruendosos ronquidos en nuestro idílico compartimento ferroviario, el tren que venía de Madrid nos dejó en la estación de Vigo a las 7.31 horas. Sin tiempo ni para toser, salimos escopetados de este tren y nos dirigimos a la carrera al otro lado de la estación para tomar un nuevo tren con dirección a Oporto, que salía a las 7.40 horas.

Antes de subirnos a este segundo tren nos llevamos un buen susto. Cuando estábamos a pocos metros de él, vemos que... ¡empieza a moverse! Por un momento creímos que perdíamos el tren. Pero solo fue una pequeña maniobra de amago, ya que el tren avanzó solo un par de metros y se detuvo. Así que nos subimos por la primera puerta que vimos (por si acaso) y en un par de minutos, ahora sí, el tren salió.

Valença do Minho es la primera parada del tren en tierras portuguesas. A lo largo del recorrido podemos observar el espectacular puente de Rande, sobre la ría de Vigo, y un poquito antes de llegar a Valença, el tren cruza el río Miño por la parte superior del puente internacional. Dentro de unos minutos lo descruzaremos andando pero a un nivel inferior al que usa el tren, ya que coches, peatones y ciclistas van por el interior del puente. Acto seguido, a las 8.33 horas llegamos a la estación de Valença.


Ya en Valença nos detenemos a desayunar en una cafetería cercana a la estación donde también lo hace una parejita que venía con nosotros en el tren. Hay que ver lo bien surtida de pasteles que estaba la cafetería portuguesa. ¡Lo difícil fue elegir solo uno!


En busca del primer sello del Camino...

Tras el desayuno y antes de regresar a tierras españolas, decidimos visitar la parte antigua de Valença, que, al igual que la de Tui, se alza sobre una colina. La ciudad está rodeada completamente por una fortaleza. Justo antes de entrar en ella vemos el albergue de San Teotónio, primer santo portugués que, además, nació en un pueblecito muy cercano.

El albergue estaba abierto pero desatendido y no hubo forma de encontrar un sello para poner en nuestras credenciales. Aquí coincidimos con un grupo de peregrinas italianas pero nuestro compromiso jacobeo nos impidió llegar a mayores... Si a estas las pillamos al final de la etapa en vez de al principio...


En fin, que tras nuestra infructuosa búsqueda del sello por el albergue nos adentramos en la fortaleza y, con ella, en la parte vieja de Valença. Qué recuerdos de la infancia de mis anteriores visitas a esta villa... Toallas, calcetines, más toallas, más calcetines... Sí, ciertamente, le había cogido algo de manía a esta ciudad pero en esta ocasión todo fue diferente. La razón de esta nueva visita me hizo verla con otros ojos.

Valença está repleta de referencias a San Teotónio... está por calles, parques, estatuas, ... Finalmente conseguimos sellar y por partida doble: primero en un restaurante que tenía una pecera con la típica lamprea del Miño (un pez de aspecto terrorífico dotado de una ventosa que impone cuando menos respeto), y el segundo sello en la iglesia de Sta. Mª de los Ángeles.

Ya con los sellos en nuestras credenciales, damos por iniciado el Camino de Santiago Portugués 2013... y nos dirigimos a cruzar el Puente Internacional.

El puente internacional

Poco después de abandonar la fortaleza nos topamos con el pequeño descenso que nos conduce hacia el puente internacional sobre el río Miño. Al fondo, en la otra orilla, divisamos nuestro destino de hoy, la ciudad de Tui, a solo 5 km.

El puente es de hierro, por su parte superior pasa el tren y por su parte interior, en el nivel inferior, está la calzada central por donde circulan coches y bicicletas; y en los laterales, andando, los peatones y peregrinos como nosotros. La de este puente es una estampa muy típica de Galicia, así que aprovechamos para hacernos unas cuantas fotos. Hasta hace poco era el único puente que había en la zona, ahora hay otro cercano por donde cruza la moderna autopista.


Así las cosas, en un pispás, ya estábamos de vuelta en territorio español.

El Parador, buen lugar para un tentempié

Ya de vuelta a Galicia lo primero que nos encontramos es el Parador de Turismo, a escasos metros del puente. Las vistas, espectaculares. A un lado, el río Miño, de aspecto precioso por esta zona, con las orillas verdísimas por la vegetación. Hacia el otro lado, la ciudad vieja de Tui, que se levanta sobre una colina en el horizonte.

Así que, siendo las once de la mañana, llevando ya media etapa del día recorrida, qué mejor sitio que este para disfrutar del entorno con unos cafecitos y algunas pastas; y realizar alguna que otra llamada, ya con tarifa nacional.

Entrada en Tui

Retomamos la marcha a las 11.30 h por el Camino, que discurre por un precioso paseo fluvial, pegadito al Miño, con la presencia de alguna que otra embarcación que parece seguir nuestros pasos desde el agua.

Poco a poco, casi sin darnos cuenta, vamos dejando atrás la orilla del río y nos vamos metiendo en las calles de la ciudad. En seguida llegan las primeras cuestas que nos conducen hasta el centro de la capital tudense donde se alza su hermosa catedral. Es poco más de mediodía y ya hemos concluido la etapa de hoy, como quien dice.

En la catedral se estaba celebrando un oficio religioso que, sin embargo, no nos impidió poner el cuarto sello del día y disfrutar de sus grandiosos interiores y, en particular, del órgano que, además, estaba siendo tocado en ese momento.

El resto de la mañana fue un paseo turístico por la villa de Tui, donde destacaría la Capilla de San Telmo, que justo acababa de abrir una señora en el momento en que pasábamos junto al edificio.



Nuestro hotel

El hotel de Tui está un kilómetro pasado el centro, en la carretera principal, justo a la salida del pueblo, y muy cerca de la estación de tren. Lo bueno es que nos pilla en la dirección del Camino, de modo que ese kilómetro ya no tendremos que andarlo mañana. Aquí llegamos a la una y media y ya nos quedamos a comer en él.

Fue gracioso cuando llegamos porque, como nos pareció muy distante del centro, a Toñín no se le ocurrió otra cosa que preguntarle al encargado si había autobuses para ir hasta el pueblo. Pero vosotros, ¿no sois peregrinos?, le respondió el hotelero, dando a entender que como peregrinos debíamos de estar más que acostumbrados a ir andando a todos lados. Y no sería por la dureza de la etapa de hoy, que ni la hemos sudado tan siquiera...


Tarde de fútbol

Tras la comida, la siesta reglamentaria. No la hemos perdonado ni aun tratándose de una etapa tan corta como la de hoy. Y por la tarde, gran partido, Atlético contra Real Madrid en el Calderón. Toñín, super aficionado del Atleti. Juanma, lo mismo pero del Madrid. Y yo, en medio... Pero hoy, me voy a reír del que pierda jejeje.

El Madrid, con los suplentes (se reserva para el partido de Champions de este martes —nos pilla en Pontevedra— contra el Dortmund, en el que ha de remontar un 4-1)... Y el Atleti, con los titulares y muchos años sin ganarle al Madrid... El lugar para disfrutar del partido, un bar que hay justo frente a la catedral. El Atleti se adelanta en la primera parte pero, al final, y sin aparente gran esfuerzo, el Madrid gana 1-2. Jajajaja... Os podéis imaginar la cara de cada uno de los tres después del partido.

Cena con... ¿Iago Aspas?

Tras el partido, buscamos un sitio animado donde cenarnos unas racioncitas. No hay que buscar mucho ya que es sábado y estamos en el casco viejo de Tui. Hay mucha animación, todos los sitios tienen bastante gente, así que elegimos uno que nos parece bien.

Hablando con el dueño del bar nos comenta que es habitual ver por allí a Iago Aspas, joven jugador vigués del Celta (no hay que olvidar que estamos a solo 20 km de Vigo) y a veces cuestionado por su supuesta "vida nocturna". Esto nos da pie a un buen cachondeo al respecto... ¿Has visto a Iago Aspas?, nos preguntábamos cada vez que pasábamos por delante de un bar.

Con este habitual ambiente distendido entre peregrinos, amenizado con alguna que otra grabación de José Mota por parte de Toñín, regresamos a nuestro hotel para descansar de cara a la etapa de mañana.



La etapa de mañana

Mañana tenemos por delante una etapa corta, menos de 16 kilómetros entre Tui y O Porriño, en principio llanos, así que la cosa parece que pinta tranquila. Pero, como siempre, lo que pase, os lo contaremos... ¡mañana!

¡Buen Camino!

Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Nelly Furtado "All good things (come to an end)")



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