¡Hola peregrinos!
Esta noche os escribimos desde Pedrouzo, a tan solo 20 kilómetros de Santiago. Hoy hemos recorrido otra etapa corta, 19 km, todos ellos en horario matutino y el tiempo ha sido fresco y nublado. Ha llovido un poquito por la tarde, pero ya aquí, en Pedrouzo. Mañana pinta lluvia, pero bueno, a ver cómo se da.
De momento, aquí tenéis el relato de esta corta, tranquila y bonita etapa que hemos disfrutado hoy.
Inicio de la etapa
El día amanece nuboso, fresco y sin lluvia. Nuestra habitación del hotel mira al Camino y los golpes de los bordones de los peregrinos más madrugadores que pasan por la calle nos van despertando incluso antes de que suene el despertador.
Tras repasar nuestros castigados pies con nuestros mejunjes reparadores, bajamos al comedor de la pensión de Arzúa para desayunar, dejar la habitación y sellar las credenciales. A las 9.10 horas comenzamos la etapa que, en sus primeros metros, cruza la parte vieja de Arzúa. Al salir vemos a un par de peregrinas alemanas que coincidieron con nosotros en el albergue de San Román.
En estos primeros minutos de etapa callejeamos por Arzúa, pasamos junto a la iglesia de Santiago y poco a poco nos vamos despidiendo de la villa.
El día parece perfecto para caminar, con ligero fresquito acompañado de algunas nubes y una etapa más bien corta por delante.
Paseo por el bosque entre paisajes y chistes verdes
En seguida vamos dejando atrás el pueblo e internándonos en zonas de monte y bosque. El trasiego de peregrinos es continuo.
En un momento dado, coincidimos con un simpatiquísimo grupo de peregrinos gaditanos... más bien parecía que iban de romería. Se trataba de un par de familias que hacían el Camino con niños de no más de diez u once años. Los mayores no paraban de contar chistes (la mayoría, bastante verdes) y, sin duda, ponían una nota risueña en el itinerario. ¡Qué pasa, maricón! se decían entre ellos cada dos por tres (a modo de saludo)... jajajas.
Durante casi media hora fui caminando al lado de uno de ellos que me decía: —Si no sé ni adónde vamos... todo lo organiza ese de ahí, y no sé ni dónde nos toca dormir hoy. Juajuajuas, qué gente más cachonda.
Esta zona del Camino es especialmente bonita. Hasta el momento la etapa se está convirtiendo en un apacible paseo por el bosque salpicado por pequeñas aldeas. En una de ellas, Calzada, había un bar repleto de peregrinos. Estamos en el kilómetro 6 de la etapa y son las 10.30 horas.
Recuerdos de otros Caminos
En la jornada de hoy no hay grandes referencias intermedias. Un bar por aquí, otro por allá... Kilómetros de bosque entre medias. Tras la aldea de Calzada, alcanzamos las de Calle, en el kilómetro 8, y Salceda, en el 11.
En esta última aldea hay un bar de peregrinos muy curioso, donde ya entramos la otra vez que estuvimos por aquí. Se trata de la La Casa Verde, con aspecto hippie o alternativo, y una decoración cuando menos original, que nos recibió con una atronadora música heavy.
Aquí llegamos poco antes del mediodía, nos tomamos unos refrescos con un aperitivo y sellamos las credenciales.
Poco después el Camino te lleva a uno de esos lugares donde se te encoge un poquito el corazón. El recuerdo a un peregrino fallecido en el Camino, en este caso Guillermo Watt, que se quedó a menos de 30 kilómetros de abrazar al Santo.
Seguimos caminando en esta plácida mañana por otros pequeños núcleos de población como Ras, Brea o Mariña. Los bosques y los peregrinos siguen siendo el denominador común de la etapa.
Tres kilómetros antes de la meta de hoy, poco antes de la una de la tarde, alcanzamos la pequeña capilla de Santa Irene, cerrada para variar, aunque sí pudimos sellar las credenciales en el cercano albergue de peregrinos.
Llegada a Pedrouzo
Poco a poco el día se va nublando más pero, de momento, el cielo aguanta sin lluvia. Algo después de la una y media alcanzamos la aldea de Rúa, a poco más de un kilómetro del final de etapa.
Los últimos metros de hoy transcurrieron, como la mayor parte de la jornada, entre bosques de eucaliptos hasta divisar nuestro objetivo de Pedrouzo.
A las dos de la tarde ya pasábamos junto al particular cruceiro de Santiago de esta localidad y poco después entrábamos en nuestro hotel, el mismo de hace cinco años cuando estuvimos aquí, junto a la carretera general.
Nos acomodamos en seguida y bajamos a la cafetería del hotel a comernos unos platos combinados. El encargado nos explica varias cosas del Camino. Por ejemplo, que cada vez hay más peregrinos asiáticos, en particular japoneses, debido a una serie que han puesto en la televisión de ese país ambientada en el Camino.
También nos presentó una nueva línea de cervezas artesanales que han fabricado este año sobre el Camino. Tras la comida, regresamos a la habitación. La de este año es amplia con buenas vistas panorámicas del entorno. Otro día más con los deberes hechos a la hora de la siesta.
Tarde de lluvia y fútbol
Por la tarde empezó a llover, y parece que estará así unas cuantas horas. Al pueblo seguían llegando peregrinos. Decidimos tomárnoslo con mucha calma y darnos un paseo.
Como no paraba de llover, acabamos por meternos en un bar, en el otro extremo del pueblo, o más bien, de la calle, porque este pueblo se extiende a lo largo de la carretera general. Allí vimos la eliminación del Villarreal con el Liverpool en la Europa League mientras nos tomábamos unas raciones típicas de la zona acompañadas por unas suculentas cervezas. Curiosamente, en el bar había más aficionados del equipo inglés que del español.
Noche de pelotazos
Al término del partido regresamos, con más lluvia, a nuestro hotel. Tras unos cafés introductorios, decidimos liarnos a pelotazos de Ballentines y Arehucas en la cafetería como si no hubiera un mañana... para ir empezando a celebrar el inminente final del Camino. El encargado se sumó a la fiesta y nos invitó (incluyendo otro pelotazo para él mismo) a una ronda adicional para garantizar el éxito de la celebración.
Entre pelotazo y pelotazo fuimos repasando los momentos más destacados, no ya solo de la jornada, sino de todo el recorrido que iniciamos un mes de abril de 2015 en Oviedo. Así las cosas, pasadas las once y pico de la noche, mientras ahí fuera no paraba de llover, nosotros decidimos poner el punto final a esta penúltima jornada del Camino Primitivo.
Mañana, el final del Camino Primitivo
Pues mañana, viernes, otro final del Camino. La vieja Compostela otra vez. En esta ocasión haremos noche directamente en Santiago, no como hace cinco años en que pernoctamos en el Monte do Gozo antes de visitar la capital de Galicia.
Mañana pondremos el punto final al Camino Primitivo. Y como suele ocurrir en las últimas etapas de cada año, todo eso no os lo contaremos mañana viernes... sino pasado, sábado, cuando hayamos regresado a Madrid en tren.
¡Buen Camino!
Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Lana del Rey "West Coast")
Retroceder a la etapa anterior (etapa 5 del CS2016)
Avanzar a la etapa siguiente (etapa 7 del CS2016)
VOLVER AL ÍNDICE DEL CS2016
Otras entradas del blog relacionadas con esta etapa:
Camino de Pedrouzo (etapa 6 del CS2011)
Avanzar a la etapa siguiente (etapa 7 del CS2016)
VOLVER AL ÍNDICE DEL CS2016
Otras entradas del blog relacionadas con esta etapa:
Camino de Pedrouzo (etapa 6 del CS2011)
1 comentario:
Etapa marcada ineludiblemente por los recuerdos de la realizada en el año 2011, en esa ocasión realizando el Camino Francés.
La nota curiosa la pusieron la familia de Cádiz que peregrinaba a Santiago como si de una romería se tratase.
Publicar un comentario