miércoles, 4 de mayo de 2016

CS2016 — Etapa 5 (Camino de Arzúa)



¡Hola peregrin@s!

Tras otra noche de Champions hoy os escribimos, por segunda vez, desde Arzúa, la capital del queso. Y digo por segunda vez porque esta misma etapa ya la recorrimos otro miércoles 4 de mayo, pero entonces de 2011, en nuestro Camino Francés.

Ha sido la etapa más corta de todo el Camino, solo 14 kilómetros, y se nos ha hecho muy cómoda. El calor empezó a apretar justo a nuestra llegada a Arzúa y hemos visto hoy más peregrinos que en los dos últimos años que llevamos de Camino.

La jornada ha transcurrido así...

Comienza la etapa

Llevamos los pies cargados de tiritas por la calurosa jornada de ayer. Pero hoy nos lo vamos a tomar con tranquilidad porque el recorrido es corto (solo 14 km) y, si no ocurre nada raro, llegaremos a nuestro destino, Arzúa, con tiempo suficiente para comer en nuestra ya conocida pensión Casa Teodora.

Así que, algo más tarde que otras veces, a las 9.15 horas, tras sellar nuestras credenciales en la recepción, dejamos el hotel de Melide y nos disponemos a afrontar la etapa de la jornada.

Una etapa sin grandes desniveles, aunque en Galicia tampoco hay kilómetros llanos, que nos llevará hasta Arzúa a lo largo de 14 kilómetros.

Hacemos un alto en la puerta de San Roque de la iglesia de San Pedro (frente a Casa Ezequiel) antes de reanudar la marcha.

Al kilómetro recorrido, a las diez horas de esta soleada mañana, y acompañados por más peregrinos, nos topamos con la preciosa iglesia de Santa María de Melide, un templo románico del siglo XII, que nos despide de la población donde hemos pernoctado hoy no sin antes sellar nuevamente las credenciales.

Mañana de peregrinos

Tras la iglesia anterior, atravesamos el barrio de Carballal, que cuenta con un fotogénico lavadero, para luego recorrer un precioso tramo de bosque rodeados de eucaliptos y prados. En todo momento la presencia de peregrinos es más que notable. Se nota que estamos en la ruta del Camino Francés, que tiene mucha más concurrencia de peregrinos que el Camino Primitivo.

En seguida llegamos a la siguiente referencia importante de la jornada: son las once y ya estamos en la localidad de Boente y su iglesia de Santiago, que nos da la bienvenida al pueblo. Entramos en la iglesia y de nuevo sellamos las credenciales en el día de hoy. Aquí ya estuvimos hace cinco años y el recuerdo de la otra vez sigue presente en la visita de hoy...

Casi sin enterarnos ya llevamos unos seis kilómetros, o lo que es lo mismo, casi la mitad de la etapa de hoy.

Tras los pasos del Camino Francés

La segunda parte de la etapa es quizás la más bonita. Aunque hay alguna que otra molesta cuesta, el Camino se funde con la naturaleza y discurre por preciosos parajes: bosques, prados, pistas junto al río...

En todo momento vemos muchísimos peregrinos, tanto a pie como en bicicleta, e incluso niños. Hay un lugar especialmente bonito en medio del bosque, junto al río Boente, donde muchos peregrinos se paran para tomarse algún bocata.

Tres kilómetros antes de llegar a Arzúa está la última referencia importante de hoy, la población de Ribadiso da Baixo, con varios albergues (sellamos las credenciales en uno de ellos) y un bonito puente medieval. Antes de llegar al puente vimos una serpiente en medio del Camino que se escapó echando leches a nuestra presencia. Estamos en el kilómetro 11 de etapa: nos faltan tres para la meta y son las doce y media de la mañana.

Llegada a Arzúa

Desde Ribadiso hasta Arzúa el Camino sigue el arcén primero, y la acera después, de la carretera nacional. El calor ya es más que notorio y nos llama la atención un albergue que hay a la entrada de Arzúa con una serie de bancos alrededor de una pequeña piscina: vamos, una especie de mesa en la que te puedes remojar los pies mientras estás sentado... Un invento chulísimo, desde luego y que agradeceríamos en este momento porque llevamos los pies ardiendo por el calor...

Poco antes de la una y media de la tarde hacemos nuestra entrada en el centro de Arzúa, donde se sitúa Casa Teodora, nuestro alojamiento, el mismo de la otra vez y un lugar de referencia de la zona.

En esta ocasión hemos llegado antes que otras veces, con tiempo para asearnos primero y comer tranquilamente en el hotel. Por cierto, que aquí se come de miedo. Juanma lleva ya una ampolla de dimensiones considerables, así que, antes de bajar a comer, tuvimos que drenarla un poco a base de hilo y aguja...



Tarde de paseo y noche de Champions en Casa Teodora

Por la tarde seguían llegando peregrinos al pueblo ya que muchos de los que vienen por el Camino Francés han iniciado la etapa en Palas de Rei, a más de 30 kilómetros. Con este calor, la etapa se les habrá hecho sumamente dura, tal como podemos ver al observar el aspecto con el que llegan.

La tarde nos la hemos tomado muy relajada, con un paseo por el pueblo, sellado de las credenciales en el albergue y visitas a la iglesia de Santiago y a la Capilla de la Madalena, en el centro de la villa, junto al monumento a la queixeira o mujer que hace quesos.

En el pueblo observamos la presencia de muchísimos jóvenes peregrinos italianos que vienen con un viaje organizado.

También hemos podido ver a algunos de los peregrinos con los que coincidimos en el albergue de San Román.



Por la noche, otro partido de Champions, en esta ocasión a ver al Madrid, que ganó 1-0 al Manchester City y se clasificó para la final contra el Atleti. Con unas buenas raciones de queso de Arzúa y de embutidos, aderezadas con unas Estrella de Galicia fresquitas, el partido supo aún mejor.

La etapa de mañana

Bueno, pues ya estamos de nuevo en la habitación del hotel. Nos quedan ya solo dos etapas cortas y aparentemente sencillas. La de mañana tiene 19 kilómetros y nos dejará en Pedrouzo, una pequeña localidad a tan solo 20 km de Santiago.

De nuevo seguiremos los pasos del Camino Francés que ya recorrimos en 2011. Ya nos queda poquito para terminar. Mañana os lo contamos.

¡Buen Camino!

Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de James Horner — BSO "Braveheart")



1 comentario:

Juanma dijo...

El albergue que hay a la entrada de Arzúa tiene unos bancos con fuente de agua para refrescar los maltrechos pies de los peregrinos. ¡¡ Que gran idea !!