¡Hola peregrin@s! Esta mañana hemos empezado la etapa en la provincia de Huesca, la hemos terminado en la provincia de Zaragoza y ahora os escribimos desde Navarra. El alojamiento de hoy y de mañana lo tenemos en Sangüesa (Navarra) ya que nos fue imposible encontrar en su día nada en el pequeño pueblo zaragozano de Artieda, final de la etapa de hoy.
En la etapa de hoy, de Puente la Reina de Jaca a Artieda, tenemos por delante 21 km de continuas ondulaciones en cuyas cimas se van situando los pueblos intermedios y el final de etapa. Pero todos estos pueblos no disponen, apenas, de servicios y están prácticamente deshabitados.
Hoy Laura se quedará en Puente la Reina hasta que nosotros lleguemos a Artieda: cuando esto suceda, la avisaremos para que nos venga a recoger con el coche y entonces nos dirigiremos todos a Sangüesa, distante 30 km de Artieda.
Artieda está justo en un extremo del embalse de Yesa y Sangüesa se halla en el otro extremo. Para llegar a Artieda hemos tenido que recorrer en la jornada de hoy un terreno árido, prácticamente deshabitado, con la sola compañía de algún pastor, unas cuantas ovejas y algún que otro peregrino despistado. Aquí empieza el relato de la jornada...
Inicio de la etapa
La etapa de hoy arranca a las nueve y media de la mañana. Antes hemos tenido ocasión de desayunar con Laura y el peque en el mismo mesón donde cenamos anoche. El tiempo es soleado, la temperatura agradable e iniciamos el recorrido como los días anteriores: Juanma y yo portamos mochilas, Toñín no.
Tras salir de Puente la Reina volviendo a cruzar el puente sobre el río Aragón, enseguida enfilamos el camino hacia Arrés, primer pueblo de la etapa de hoy y único en el que entraremos, pues en realidad, no hace falta pasar por ninguno de los pueblos intermedios de hoy para no dar rodeos innecesarios.
Además, poco después de iniciar la etapa, tenemos que elegir entre dos rutas alternativas: la que pasa por Artieda y se dirige a Sangüesa dejando el embalse a la derecha, o la que pasa por Berdún y llega a Sangüesa dejando el embalse a la izquierda. En su día ya planificamos ir por la primera de las dos, la de Artieda, ya que la segunda atraviesa solo pueblos abandonados.
El primer pueblo, Arrés
Tras una subida por un empinado —y a veces embarrado— sendero que se pierde entre la maleza, poco antes de las once de la mañana alcanzamos el primer pueblo de hoy, Arrés, a 3 km de Puente la Reina. El pueblo es muy pequeño pero tiene su encanto, con casas de piedra, iglesia y ruinas de un castillo.
Arrés cuenta también con un pequeño albergue de peregrinos que dispone de servicio de bar. Aprovechamos para sellar en él las credenciales y tomarnos unos cafetitos y, también, para aliviar alguna que otra urgente necesidad.
Casi solos en medio de la nada
Esa urgente necesidad de la que hablaba nos retrasa media hora la salida del pueblo. A las once y media estamos de nuevo en camino descendiendo el repecho que hubo que subir para llegar a Arrés.
En seguida nos reincorporamos al camino principal que abandonamos para acceder a Arrés y, echando la vista atrás, podemos apreciar como el pueblo está colgado literalmente de la parte más alta del monte.
Los siguientes kilómetros son llanos, bajo la atenta mirada todo el tiempo del pueblo de Berdún (por donde va la ruta alternativa), que da nombre a esta amplia zona de valle donde nos encontramos: la canal de Berdún. Detrás de Berdún se aprecia la imponente silueta nevada de los Pirineos.
Llevamos dos horas de etapa y parece que estamos perdidos en medio de la nada. Vamos completamente solos por el camino. Únicamente hemos visto pueblos muy pequeños o abandonados y alguna que otra casa aislada. Por fin en un momento dado nos cruzamos con un peregrino que hacía el Camino... ¡al revés! Él venía de Santiago y se dirigía a Somport...
Martes en miércoles
A la una de la tarde nos acercamos al segundo pueblo intermedio del día, Martes, a 10 km del inicio. Podemos decir que es miércoles y estamos en Martes, haciendo un curioso juego de palabras. El pueblo es pequeñísimo y ni siquiera llegamos a entrar en él para no desviarnos de la ruta. Al menos aquí encontramos la compañía de un rebaño de ovejas y de su pastor, con quien Toñín departió unos minutos. Juanma y yo nos entretuvimos con las ovejas... filmando (¿qué os pensabais, eh?).
Al fondo, la presencia constante de Berdún y de los Pirineos. Solamente llevamos de comer las típicas barritas energéticas de Juanma. Y por la hora que es va a ser complicado llegar a Artieda a una hora decente para comer, ya que en Artieda el único lugar donde podemos hacerlo es el albergue de peregrinos pero el hospitalero de allí se marcha a las cuatro...
Paisaje lunar cerca de Mianos
De Martes al último pueblo intermedio del día, Mianos, a casi 5 km del final, hay otra hora y media de camino. Seguimos deambulando por zonas cada vez más áridas y deshabitadas que, en ocasiones, recuerdan a una paisaje lunar. Incluso en algún momento hemos cruzado el límite provincial de Huesca a Zaragoza sin que nos llegáramos a percatar de ello.
Casi a las tres de la tarde vemos a lo lejos Mianos, a la izquierda, y de frente comienza a percibirse también la silueta de un montecito con la población de Artieda (sobre todo, de la iglesia) en su cima.
Pero aún nos queda más de una hora para llegar. Tras pasar de largo el desvío a Mianos, el camino comienza a ondularse. Para arriba, para abajo. El pueblo de Artieda parece estar cerca pero no se termina de llegar a él.
Nos llama la atención la presencia cada vez mayor de piedras pintadas de azul en señal de protesta de los lugareños y de los peregrinos por la invasión del cercano pantano de Yesa de zonas del Camino.
Fin de etapa en Artieda pero se duerme en Sangüesa
Casi a las cuatro y media de la tarde, sin haber comido, y tras ascender una cuesta de aúpa, hacemos nuestra entrada triunfal en Artieda. La plaza, donde se sitúan la iglesia y el albergue de peregrinos, está en lo más alto del pueblo. El albergue ya está cerrado pero nos espera Laura con el peque, porque la avisamos hace casi una hora.
Nada más llegar a arriba, el pequeñín José Antonio, que es tan inquieto, se escapó corriendo cuesta abajo. Tuvo que ir detrás de él Toñín, que acababa de hacer cima hacía un momento. Fue llegar a lo alto y tener que correr hacia abajo a por el peque y luego volver a subir. ¡Menudo colofón de jornada! Y además, la fuente del pueblo estaba seca y nosotros sin agua... Vaya panorama...
Así las cosas, nos montamos en el coche rumbo a Sangüesa. La carretera bordea el embalse por la ribera opuesta a la del Camino de Santiago. Pero nos hemos podido hacer una idea de lo que nos espera mañana hasta llegar a Sangüesa...
Nuestro hotel de Sangüesa está justo a las afueras del pueblo. Llegamos a él a las cinco y media de la tarde y no fue hasta pasadas las seis cuando nos hemos tomado unos pinchos en un bar sangüesino en nuestra primera comida seria de hoy tras el desayuno. Con un Atlético-Real Sociedad (1-1) en la tele, porque hoy hay liga. Y tres horas después, sin tiempo casi para digerir el almuerzo, la cena en una cafetería cercana, con un Athletic de Bilbao-Real Madrid (0-3).
Por cierto, que Sangüesa está muy bien pero no os mostraremos imágenes de esta población hasta que no lleguemos aquí con el Camino.
Mañana otra etapa árida
A partir de mañana vienen las tres etapas finales de 28, 30 y 31 kilómetros. Y, al menos la de mañana, atravesará un recorrido árido y con escasísima presencia de pueblos intermedios, algo que parece una constante en este Camino. Y con alguna que otra cuesta importante.
Mañana Laura nos acercará hasta Artieda, a 30 km de donde estamos, para proseguir nuestro recorrido donde lo dejamos esta tarde. Pero eso, os lo contaremos mañana. ¡Buen Camino!
Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Edvard Grieg "Peer Gynt — La mañana")
(música de Edvard Grieg "Peer Gynt — La mañana")
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