martes, 29 de junio de 2021

CS2021 — Etapa 4 (Camino de Navia)


¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos desde la pequeña villa de Navia, donde pasaremos nuestra última noche en Asturias de este CS2021 antes de llegar, mañana, a tierras gallegas. Hasta aquí nos ha traído el Camino en una etapa corta (18,5 km), con tiempo fresco y soleado, que nos hemos complicado innecesariamente al perdernos y dar un rodeo absurdo. En fin... Aquí os dejamos con el relato de la jornada...

Un nuevo día

Arranca el día y por la ventana se ven un montón de paraguas en Luarca... ¡Noooo! No está lloviendo, lo que pasa es que nuestro hotel está en una estrecha calle adornada con paraguas morados y transparentes y, desde luego, llama la atención esa vista desde la ventana de la habitación.

Es tan estrecho el hotel que dejamos las mochilas, para que se las lleve el cartero de Correos, en un pequeño rellano de la escalera que desciende desde las habitaciones hasta el comedor y la salida a la calle, porque parece que no hay otro sitio mejor... Aunque ayer os comenté que aún no funciona el servicio de restaurante, sí que sirven, en cambio, desayunos... Y eso es lo que hicimos a partir de las 8 de la mañana. Nuestro desayuno habitual antes de iniciar la etapa. Como de costumbre, en el desayuno repasamos las características de la etapa que tenemos por delante que, en principio, no parece demasiado complicada... A las 8.45 h abandonamos definitivamente el hotel...

Empieza la etapa... con una buena subida

Pues sí. No hay nada mejor para arrancar los motores que empezar el día con un buen subidón. Y eso es lo que nos toca hacer, ya que si ayer hubo un fuerte descenso para entrar en Luarca, hoy nos toca otra fuerte pendiente, en este caso de subida, para salir de ella.


El ascenso concluye en un mirador junto a la pequeña capilla de San Roque, barroca de finales del s. XVII. El premio que obtenemos... Las mejores vistas de Luarca, ¡impresionantes! Toda la villa a nuestros pies.



Paseo entre campo y vacas

Tras la cuesta de Luarca avanzamos por un terreno llano, verdísimo, con vacas y otros simpáticos animalillos acompañándonos, y con la visión del mar en el horizonte. Pasamos cerca de varias aldeas y casas dispersas hasta llegar a la altura de la pequeña población de Otur (km 6), en la que no llegamos a entrar pero sí sellar en el albergue que hay en las afueras. Conversamos un ratito con la mujer que lo atiende, que nos explica que la etapa de hoy es muy cómoda hasta Navia. El día, además, acompaña. El tiempo está fresco y soleado. Poco antes de las once nos topamos con el espejo de todos los Caminos, para hacernos el típico selfie que tanto entusiasma a nuestra legión de seguidores...

¡Nos hemos perdido!

Todo iba demasiado bien... hasta que la hemos liado. ¡Nos hemos perdido! Todo por culpa del mojón que veis en la foto. Aparentemente, para salvar la autovía se va por el camino de la derecha dejando el mojón a la izquierda. Y eso hicimos, pero el recorrido se mete entonces por una pista de tierra en medio del monte que parece volver hacia Luarca. Al cabo de un cuarto de hora nos entraron las dudas, avancé yo un poco más, no lo vi claro, y retrocedimos hasta el cruce tomando el otro camino. ¡Craso error! El camino de la izquierda va por debajo del viaducto de la autovía y acaba perdiéndose en tierra de nadie... De nuevo, vuelta atrás a retomar el camino inicial que era el verdadero Camino. Esto nos ha costado una hora de retraso. Para evitar que a otros les pase lo mismo, con una piedra pinté una flecha señalando el sentido correcto sobre el mojón.

Comida en Villapedre

Confiábamos en llegar a Navia a tiempo para comer allí pero el error en el cruce del mojón nos obliga a hacerlo por el camino. Será en el pequeño pueblo de Villapedre, en un bar de carretera que hay poco antes del kilómetro 12 de etapa. Son las 13.30 h cuando llegamos a él y nos tomamos unos buenos bocatas con unas jarritas de cerveza bien frías. Aprovechamos la ocasión para sellar las credenciales. Seguimos sin ver peregrinos por el Camino pero al menos en el bar coincidimos con lugareños que dan un poco de vida al entorno.

Algo antes de las tres de la tarde reanudamos la marcha, pasando junto a la iglesia del pueblo y cruzando zonas de hierbas altas que recordaban un poco las de Castrojeriz, en el Camino Francés, cuando, caminando con Laura y Toñín, Los 4 peregrinos nos hicimos algunas de las fotos más emblemáticas del Camino.


Piñera: iglesia, tienda, albergue y sello

Apenas un kilómetro y medio más adelante está el pueblo de Piñera, donde sobresale su espectacular iglesia, asentada en un entorno privilegiado.

En este pueblo, la peregrina Isabel compró algo de fruta en una tienda y coincidimos con varios peregrinos, algunos de ellos haciendo el Camino en bici. Además, sellamos nuevamente las credenciales en el albergue, que está instalado en el edificio de una antigua escuela. Resulta curioso que, en una etapa corta como la de hoy, hayamos sellado ya tres veces la credencial y que todos los sellos correspondan a lugares intermedios de paso del Camino.



El final de la etapa de hoy

Los últimos 5 km de etapa discurrieron en un entorno bucólico, salvo algún tramo embarrado, donde no faltó algún ternerito (cucho, como le llaman en Galicia) propenso a dar tiernos y pringosos lametones en las manos... o donde pille...



Por fin divisamos Navia, población a la que accedemos siguiendo el antiguo Camino Real. A las 17.30 h llegamos a nuestro hotel, en el centro mismo de la villa, y muy cercano a la ría. Otra etapa concluida.

Ya en el hotel comprobamos que las mochilas han llegado sin novedad y nos dirigimos a las habitaciones: una doble para Juanma y para mí, y otra individual para la peregrina. Y hoy habrá fotos de todos en la cama... jejeje... Si queréis verlas, os remito al vídeo del montaje musical... A ver si acertáis de quién es cada pie que se ve en él...

Tarde-noche en Navia

A las 20.30 h salimos a dar el habitual paseo por la villa. Parece un pueblo que ha vivido tiempos mejores... Nos detenemos especialmente en las vistas a la ría, observando el puente por donde pasaremos mañana para abandonar Navia.


La iglesia de Navia, Santa María de la Barca, es bonita... la típica iglesia asturiana puntiaguda; y, como curiosidad, deciros que a las horas en punto suena el himno asturiano, Asturias patria querida. ¡Para que nadie se olvide de dónde estamos!

Fue oír la melodía de las nueve de la noche y entrarnos ganas de cenar y de echarnos unas sidrinas. No hubo que buscar mucho ya que había una sidrería cerca con buen aspecto... No nos equivocamos con la elección... calamares de pota... queso de Pría... chipirones encebollados... sidrita... ¡¡¡Mmmmm!!!



La etapa de mañana

Y así transcurrió la jornada de hoy. Mañana entramos en Galicia, en la que será la etapa reina de esta edición del Camino, 33 km, un pelín más larga que la etapa con final en Cadavedo. Tenemos los alicientes de que habrá playas por el camino y de nuestro alojamiento: nada menos que el Parador Nacional de Ribadeo... pero, ¡hay que ganárselo!

¿Podremos bañarnos en el mar o, al menos, mojarnos los pies en la etapa de mañana? ¿Nos dará tiempo a disfrutar de las instalaciones del Parador? Esas cosas y muchas otras, ya sabéis... ¡mañana! ¡Buen Camino!

Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Antón García Abril "El gran matador")



3 comentarios:

Juanma dijo...

¡¡ que rabia!! nos da cuando nos perdemos y recorremos inútilmente un tramo para posteriormente tener que deshacerlo y volver al Buen Camino.

Juanma dijo...

¡¡ que chulada de albergue!! el ubicado en Piñera en una antigua escuela.

Juanma dijo...

Me encantó el entorno de la ría de Navia. Un paisaje extraordinario donde se respiraba un ambiente de tranquilidad increíble.