¡Hola peregrin@s! Es casi medianoche cuando os escribimos desde el parador de turismo de Ribadeo, junto a la ría que forma la desembocadura del río Eo, en Lugo, donde hemos concluido esta maratoniana etapa del CS2021. Han sido algo más de 33 km que se nos han acabado haciendo larguísimos... En parte porque nos hemos entretenido un poquito más de la cuenta en alguna playa... El caso es que hemos llegado aquí casi a las nueve de la noche, cuando empezaba a caer la tarde... nunca, en ningún Camino, hemos acabado tan tarde una etapa. Al menos nos hemos despachado a gusto cenando en el parador...
Bueno, os dejamos con el relato de la jornada antes de meternos en el sobre...
Comienza la jornada más larga
La noche ha transcurrido tranquila en nuestro hotel de Navia. Los sobresaltos habituales entre ronquido y ronquido, y poco más... Aquí no hay gaviotas, o al menos no se las oye como en Cudillero. Nos levantamos hacia las siete de la mañana y a las ocho, más o menos, ya estamos con nuestras mochilas preparadas para dejarlas en la recepción para que se las lleve Correos. El hotel es pequeño y está bien... pero no sirve desayunos. Así que, tras sellar en el hotel, nos acercamos a una cafetería próxima a la que ya le habíamos echado el ojo ayer durante el paseo de antes de la cena.
Hoy nos espera la etapa más larga de este CS2021, poco más de 33 km, y el día parece que estará algo fresco y con nubes, pero sin lluvia. A estas alturas de Camino parece que aguantamos el tipo bastante bien. El botiquín apenas se resiente salvo el habitual consumo de tiritas y apósitos. Los mejunjes milagrosos están cumpliendo muy bien con su trabajo. Desayunamos plácidamente en la cafetería, que tenía bastante gente para las afluencias a las que estábamos acostumbrados en los días anteriores. A las nueve menos cuarto salimos de la cafetería enfilando el puente que cruza la ría de Navia para iniciar la etapa...
¡Arranca la etapa!
Hoy la etapa empieza y concluye con puentes... Iniciamos la etapa cruzando el puente sobre la ría de Navia minutos antes de las 9 h. Y la concluiremos cruzando otro puente, esta vez sobre la desembocadura del río Eo, para entrar en Ribadeo. Cuántos inicios de etapa hemos realizado cruzando algún puente simbólico... Así, de entrada, me acuerdo de lugares como Unquera y Ribadesella en el Camino del Norte, Zubiri y Puente la Reina en el Camino Francés, o Viana do Castelo y Pontevedra en el Camino Portugués... en los que la etapa arrancaba cruzando un puente más o menos importante.
Aldeas y cruces de Santiago
Como ya viene siendo penosamente habitual en nosotros, comenzamos la etapa con subidas. Conforme ascendemos, vamos dejando cada vez más atrás las vistas de Navia y su ría. El cielo está muy nublado, pero el sol hace tímidos intentos por cobrar protagonismo...
En estos primeros kilómetros de etapa atravesamos aldeas y poblaciones pequeñas, como Jarrio y Cartavio, alternando tramos de monte y otros de campo abierto, unos y otros dominados por el color verde del entorno... y el rojo de las cruces de Santiago que van salpicando el Camino. Las ha construido Jesús Trabadelo, un artista local de El Franco, un pueblo que cruzaremos más adelante.
Todavía nos persiguen las hortensias que no hemos dejado de ver desde la primera etapa. Están por todas partes dando un variopinto colorido al entorno.
Hacia las 10.30 h, a la altura del pueblo de Cartovio, en el km 7 de la etapa, concluye este tramo inicial de ascenso y el Camino se inclina hacia abajo. En algún momento la señalización resulta confusa y nos lleva hacia la carretera. Por aquí vemos a un trío de peregrinas algo despistadas. Pero en seguida, las omnipresentes flechas amarillas nos confirman el itinerario correcto.
Avituallamiento en La Caridad
A las 11.30 h llegamos a la población de La Caridad (km 11 de etapa), donde muchos itinerarios oficiales darían por concluida la etapa de ayer (en vez de hacerlo en Navia, como nosotros). Nos parece una buena hora para hacer un descanso en la terraza de un bar y tomarnos unos Aquarius con un pincho de riquísima empanada. Además, beberse un buen trago de agua fresca, aunque se te caiga la mitad por fuera y se guarree toda la camisa, tampoco es una mala idea jejeje...
Tras sellar las credenciales en el bar, a las 12 h retomamos la marcha cruzando el pueblo de la Caridad...
La bifurcación del día
A partir de La Caridad el Camino sigue un trazado especialmente bonito, con tramos de bosque que incluyen el cruce del río Porcía por un pequeño puente y el paso junto a casas decoradas con muy buen gusto en las aldeas de El Franco (km 16) y Porcía (km 17). Una vez rebasada esta última localidad, nos topamos con un cruce donde el Camino se bifurca: elegimos ir lo más cerca posible del mar, por Tapia de Casariego.
¡Abducidos!
El camino hacia Tapia de Casariego nos llevará directamente al mar, que ya vemos en el horizonte a partir de las dos de la tarde. Pero también seguimos viendo hortensias por aquí... hortensias por allá... Y claro, con tantas hortensias... acabaron por rodearnos y abducirnos... jajaja...
Ya tenemos aquí la foto simpática del Camino, que a punto nos estuvo de costar un buen revolcón tanto a la peregrina Isabel como a mí... Y es porque la planta de las hortensias se halla sobre una especie de agujero o pequeña hondanada donde es difícil mantener el equilibrio... Y encima en plena Semana del Orgullo, la foto esa...
Bueno, el caso es que nos reímos mucho haciendo las fotos y también nos entretuvimos un buen rato con ellas. Son las dos y media de la tarde en este momento, y nos encontramos en el kilómetro 19 de etapa, a unos 2 km de Tapia de Casariego, el lugar elegido para comer... ¡y con playa!
Las últimas playas del Camino del Norte
Justo a las tres de la tarde sellamos las credenciales en el albergue de Tapia de Casariego, a la entrada del pueblo, y con un bonito mirador frente al mar. Se trata de un pueblo turístico dotado de excelentes playas y situado a 12 km del final de la etapa de hoy.
Tras dar un par de vueltas por el pueblo, a las 15.30 h encontramos un sitio donde comer sin que haya que esperar cola: se trata de una cervecería céntrica. Nos pedimos aquí unos sándwiches y hamburguesas para no entretenernos demasiado, ya que aún nos restan tres horas de caminata para acabar la etapa.
Algo antes de las cuatro y media de la tarde, retomamos la marcha cruzando el pueblo y saliendo de él por el paseo marítimo... Después pasamos junto a un camping... luego unos maizales. ¡Qué vistas! ¡Qué playas!
Tras salir de Tapia la señalización era confusa... Más bien, por seguir la estela de las playas, nos apartamos del Camino y nos costó volver a retomarlo... Tuvimos que preguntar un par de veces pero, al final, encontramos las flechas amarillas. El Camino va paralelo a la línea de costa, por una zona de vegetación baja, a un par de cientos de metros del mar. Parece dar un rodeo para llevarnos de nuevo a más playas... La verdad es que a estas alturas de etapa íbamos bastante cansados y la peregrina Isabel no pudo resistir la tentación de mojarse los pies en la playa de Penarronda, la última que veremos en este Camino del Norte, y una de las más bonitas. Junto a la playa una pequeña capilla era testigo de nuestra presencia.
La verdad es que con tanta playa nos hemos entretenido muchísimo y, lo que es peor, se nos ha hecho muy tarde. Son las 19.20 h cuando dejamos la playa y aún nos quedan 4 km para llegar a Ribadeo.
Llegada a Ribadeo y cena en el parador
Los últimos kilómetros de etapa son más bien feúchos porque siguen la carretera nacional. A las 8 de la tarde ya tenemos Ribadeo a la vista. En seguida llegamos al puente sobre el río Eo, que comunica Asturias con Galicia. Aquí las vistas vuelven a ser espectaculares... A un lado, Asturias, con los pueblecitos de Figueras y Castropol. Frente a ellos, a la derecha de nuestra panorámica, Ribadeo, que nos está esperando... Cruzamos el puente y hacemos entrada en la población gallega a las ocho y media de la tarde descendiendo un sinfín de escalones...
Cansados, sudados, con auténtico aspecto de peregrinos mugrientos... pasamos junto a las animadas terrazas de verano de la zona portuaria cuyos comensales nos miran con incredulidad por ver peregrinos aquí y a esta hora... Nos dirigimos hacia un curioso ascensor que nos lleva a la parte alta de la ciudad, donde se encuentra nuestro hermoso parador, a pocos metros del ayuntamiento. Nada menos que a las 20.50 h, casi anocheciendo, hacemos entrada en el parador de Ribadeo, dando así por concluida esta maratoniana etapa, la más larga de esta edición del Camino.
Las vistas desde el parador son sencillamente espectaculares, de escándalo, con la coqueta población asturiana de Castropol justo enfrente. Recogemos las mochilas... sellamos las credenciales... nos acomodamos en nuestra amplia habitación triple junto al mar... descansamos un ratito... y a las 22.30 h bajamos a cenar a la cafetería del parador porque estamos tan fundidos que no tenemos ganas de salir de aquí. Nos tomamos unos bocatas y sándwiches, con algún copazo después.
Poco antes de medianoche, nos recogemos en la habitación... sin perder la ocasión de observar la panorámica nocturna de la ría con Castropol al fondo. Zzzzzz zzzz zzzz.
La etapa de mañana
Y este ha sido el relato de esta intensa jornada de hoy. Mañana tenemos otra etapa larga, 29,5 km por el interior de la provincia de Lugo hasta el pueblo de Lourenzá (Lorenzana en castellano), donde hay un bonito monasterio. Ya no veremos más el mar en este Camino del Norte pues, a partir de Ribadeo, el recorrido va completamente por el interior... ¡una pena! Tengo curiosidad por conocer nuestro alojamiento de mañana, ya que se trata de una casa rural con pastelería... Mmmm... ¡Fijo que cae algo! Pero antes está el desayuno en el parador... seguro que aquí también cae algo... jejeje...
¿Cómo se nos dará esta primera etapa de interior en mucho tiempo? ¿Nos inflaremos a pasteles en la casa rural y no tendremos cuerpo para andar al día siguiente? Pues ya sabéis... esas cosas y muchas otras, las conoceréis... ¡mañana! ¡Buen Camino!
Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Beautiful World "In the beginning")